Consejos si tu bebé es celíaco

Lo primero que tenemos que tener claro es que ser celíaco significa que tenemos una enfermedad intestinal crónica. A pesar de que parece algo reciente, porque se ha empezado a escuchar estos últimos años, se trata de algo que ha pasado desde hace años, lo que sucede, es que no se tenía tan localizado.

Actualmente, se trata de una enfermedad que tiene diagnosticado cerca de 20.000 casos en España. Situación muy similar a la que se vive en otros países europeos, como Italia e Irlanda, sin embargo, en Estados Unidos el número de casos es ligeramente inferior.

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¿Puede esta enfermedad darse en bebés?

Como intolerancia digestiva que es, daña al intestino delgado debido a una mayor sensibilidad frente al gluten, una proteína que tenemos presente en el trigo, centeno, cebada, avena o malta.

Si ingerimos gluten y somos celíacos, sin saberlo, lo que estamos haciendo es lesionar de forma progresiva las vellosidades del intestino encargadas de absorber los nutrientes, esto es: proteínas, sales minerales, hidratos de carbono y grasas, entre otros; y lo que hace es pasarlo directamente a la sangre para que se distribuyan por el organismo.

Principalmente se registra en población de raza blanca y es más frecuente en mujeres que en hombres. Al tratarse de una enfermedad hereditaria, si tenemos un hermano, padre o familiar cercano que la padece, puede ser que la desarrolle nuestro pequeño. Por eso se recomienda que se realicen estudios, para descartarlo y, en caso de tenerla, ponerle remedio desde el primer momento.

Riesgo de malnutrición

Con todo ello, lo que se produce a la larga es una degeneración en las funciones digestivas, por eso, el enfermo celíaco puede sufrir malnutrición, además de otras enfermedades. Es por eso que la principal medida que se lleva a cabo es controlar su dieta, para evitar el contacto con productos que tengan gluten.

En cualquier caso, se trata de una enfermedad que no impide hacer vida normal, más allá del cuidado con determinadas sustancias, que llevan puntualmente algunos alimentos. Además, cada vez más, se comercializan productos destinados al colectivo que padece esta enfermedad intestinal, con lo que se limita aún más el impacto y posibles complicaciones.