Familia feliz gracias a Aprender a ser padres

Sue Jenner nos presenta esta interesante obra para introducirnos en el  mundo de la paternidad. La idea, conocer y entender las técnicas utilizadas por profesionales para enfrentar los principales problemas del desarrollo infantil. Para ello, se centran en las experiencias de psicólogos y otros expertos de  este campo.

Una autora que muchos recordarán de “El juego de padres e hijos”, la técnica que revolucionó las relaciones entre dos partes muchas veces difícilmente conjugables, pero obligadas a entenderse. Y, si al final, son capaces de escucharse y hacerse entender, pronto descubrirán que tienen muchas más cosas que les unen que, que les separan.

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Piedra angular de relaciones futuras

“Aprender a ser padres” nos enseñará paso a paso esas claves para conseguir formar una familia feliz. Todo ello buscando siempre apoyarse en tres pilares fundamentales: la dignidad, el amor y la ternura, precisamente esas bazas con las que se articula toda la obra, en donde la novedad está en que no sólo está pensada para buscar una vida mejor de los padres, sino también de los hijos.

Por eso, es interesante ir asimilando todas las palabras que Sue Jenner nos va ofreciendo capítulo tras capítulo. Unas palabras en donde queda claro que el juego es inevitable y algo sano que nos ayuda a aprender y a crecer. En donde los halagos no suponen malcriar al niño, sino reforzarle y otorgarle mayor confianza en sí mismo.

Al final, la idea es crear una paternidad equilibrada en donde los padres y los niños salgan ganando y aprendiendo mutuamente de los errores cometidos. Unos errores sanos que buscan servir de herramienta para mejorar, no de escoyos que impidan el progreso de una relación fructífera basada en el respeto mutuo.

Mandar y estar al mando

El otro punto importante a tener en cuenta es saber quién está al mando y por qué, pero que no por ello el mando debe ejercerse con una autoridad férrea que impida el desarrollo y la felicidad. Es por eso que los padres deben mantener como bandera el amor, antes que el control.

Con ello evitamos culpas, malos entendidos y figuras de ogros que limiten la confianza entre ambas partes. Como veis se trata de una obra que enseña las bondades de ser padre, pero también las responsabilidades que acarrea. Un todo en uno de lo más recomendable.