Infecciones respiratorias en lactantes

Si hay algo que suele preocupar a los padres es que sus pequeños se enfermen. No obstante, es imposible evitar que los bebés contraigan algún tipo de infección respiratoria por lo menos una vez antes de cumplir dos años. Las infecciones respiratorias, que son ocasionadas por virus o bacterias, pueden ser leves o severas.

 Las infecciones respiratorias en los lactantes se transmiten por medio del aire que contiene gotas de tamaño imperceptible con secreciones y virus que son expulsadas por otros niños enfermos tanto al toser como al estornudar.

Los niños menores de dos años conforman un grupo vulnerable porque su sistema inmunológico aún no ha madurado, volviéndolos propensos al contagio. Por ese motivo, los expertos recomiendan amamantar a los bebés durante el mayor tiempo posible ya que a través de la leche materna reciben los anticuerpos necesarios, que los protegen contra las infecciones respiratorias y gastrointestinales.

Las infecciones provocadas por virus, como el de la influenza, el rinovirus, el de la parainfluenza, el adenovirus o el sincital respiratorio, son las más comunes aunque pueden ser graves si no se toman los recaudos necesarios.  Tal como ocurre con la bronquiolitis, enfermedad causada por el virus sincital respiratorio, que presenta gravedad desde el comienzo porque obstruye las vías respiratorias inferiores y, por ende, dificulta la respiración. Los virus también pueden causar neumonía, gripe, bronquitis y pulmonía.

Por su parte, entre las infecciones respiratorias originadas por bacterias tales como el neumococo, el estafilococo aureus, el estafilococo y el estreptococo pyogenes, están la sinusitis, amigdalitis, bronconeumonía y la meningitis bacteriana. Se necesitan antibióticos para su tratamiento.

Los padres suelen confundir los síntomas de las infecciones respiratorias con los de la gripe o resfriado, ya que son bastante similares. Entre ellos, podemos mencionar los estornudos, fiebre, tos, congestión nasal y dolor de garganta. Si el bebé tiene mucha fiebre, presenta dificultades para respirar, le duele el oído o si tiene mucosidad amarilla o verde, es importante consultar inmediatamente con el pediatra.

Imagen:

bebesymas.com