Factores que limitan la producción de leche materna

La hipogalactia es un problema glandular que ocasiona la baja producción de leche materna y que puede originarse por diferentes razones.

La baja producción de leche materna puede producirse por una alteración de la glándula tiroides. Motivo por el cual las madres que han tenido problemas de tiroides, tanto antes como durante la gestación, deben someterse a un control de los niveles hormonales, pues ellos podrían ser la causa de la reducción en la producción de leche. De comprobarse la existencia de una alteración hormonal, la misma puede normalizarse con medicación.

Por su parte, también pueden ver limitada la producción de leche aquellas mujeres con síndrome de ovario poliquístico, problema que es tratado con fármacos durante el embarazo y al comienzo de la etapa de lactancia.

En general, la mayor parte de las mujeres pueden amamantar a sus hijos, excepto las que sufren agalactia, que básicamente consiste en una ausencia total de producción de leche materna vinculada al síndrome de Sheehan o infarto de la glándula pituitaria ocasionado por una hemorragia previa o posterior al parto. En esos casos, el tratamiento es un tanto complejo.

Otro de los problemas que afectan a la producción de leche materna es el peso, ya se trate por exceso o por delgadez extrema. Por ejemplo, la anorexia limita la producción dado a que puede llegar a reducir de manera significativa el volumen de tejido mamario. En el caso de las mujeres con obesidad mórbida, éstas suelen tener un retraso en la producción de leche superior a las 24-48 horas habituales.

Otros de los factores que pueden paralizar la producción de leche materna son la retención de la placenta, que se soluciona al eliminar los restos que hayan quedado en el útero, o la hipoplasia mamaria, que se da cuando los pechos no se han desarrollado.

Las obligaciones laborales son el principal motivo de abandono de la lactancia materna

Considerando los resultados de una encuesta desarrollada por Iniciativa Global para la Lactancia (The Global Breastfeeding Initiative), el tiempo de lactancia materna se ve reducido por las obligaciones laborales. En tal sentido, a pesar de que las madres sostienen que lo mejor es que sus hijos dejen el pecho a los 17 meses, cuestiones como la vuelta al trabajo y los problemas sociales hacen la lactancia se vea interrumpida a los 6 meses de edad. De acuerdo a los datos de la encuesta, un 89% de las madres dejan de amamantar a sus bebés antes del primer año de vida, aunque la media del abandono se produce a los 6 meses. Además, la información que se desprende de dicho sondeo da cuenta de la existencia de una progresión entre el abandono y la edad del bebé, pues el 69% de las madres amamantan a sus hijos durante los tres meses iniciales, pero luego el porcentaje se reduce de manera gradual mes a mes, al punto de que solamente un 18% de las madres continúan con la lactancia hasta que sus hijos cumplen dos años. Con respecto a la tasa de abandono de la lactancia, los especialistas en el tema sostienen que la sociedad puede ser catalogada como responsable de haber modificado el hábito de lactancia a largo plazo. En efecto, muchas madres no pueden mantener la lactancia, por más que así lo deseen, sobre todo debido a la actividad laboral que llevan a cabo, aunque a ello se le suman las dificultades para amamantar en espacios públicos. La inexistencia de conciliación laboral y familiar, así como la imposibilidad de gozar de un permiso de maternidad semejante al de  otros países del mundo, haciendo hincapié en la alimentación y el bienestar del bebé, los prejuicios sociales que surgen al ver al ver cómo una madre amamanta a su bebé en un lugar público, son cuestiones en las que se está trabajando para poder cambiar la situación, aunque para ello parece quedar un largo trecho.

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Todas las mujeres pueden amamantar


No hace falta decir que todos los pechos son igual de aptos para amamantar a un bebé, aún si se tiene los pezones planos o invertidos.
Buena parte de las mujeres renuncian a la lactancia materna debido a que creen que no podrán darle el pecho a su bebé, pero con tenacidad y algunos consejos superarás fácil el problema.
La diferencia entre pezones planos y pezones invertidos, es que en los primeros al apretar la areola no sobresale mientras que cuando éste parece retraerse más hacia atrás, parecido a un ombligo, se trata de un pezón invertido.
Los pezones planos e invertidos disponen de ligamentos más cortos que lo habitual, causando que se vean hundidos, lo cual torna más difícil que el bebé se agarre bien al pezón, generando que el comienzo de la lactancia pueda parecer algo problemático.
Los pezones planos, por lo general, se corrigen con la propia succión que efectúa el bebé para alimentarse en tanto que los pezones invertidos jamás protruyen, es decir, nunca salen hacia afuera. Si bien con ambos es posible amamantar, en algunos casos la lactancia materna puede resultar dolorosa debido a que al succionar el bebé se producen heridas en la piel de los pezones formándose las tan indeseables grietas.
Luego del parto, lo más común es que las mujeres con pezones planos o invertidos consulten con algún especialista para comenzar la lactancia materna.
Incluso, se puede apelar al uso de ciertos artilugios como es el caso de las pezoneras o aparatos para usar previo al parto. Pero sólo funcionarían en el caso de pezones planos. Si bien en la mayoría de los casos funcionan, podrían ocasionar obstrucciones en los conductos mamarios.
Luego del nacimiento del bebé, en función al grado de hundimiento, en ocasiones es el mismo bebé quien al succionar termina corrigiendo el pezón sacándolo hacia afuera. Caso contrario, los pezones tienen que ser estimulados previo a la toma para lograr que el pezón salga.
También, se pueden probar diversas posturas para hallar aquella con la cual el bebé se agarre mejor al pecho.
En fin, si deseas dar el pecho a tu bebé puedes hacerlo sin importar si posees pezones planos o invertidos. Cualquier duda, consulta a tu médico de confianza.

Consejos para amamantar de forma adecuada

Para el bebé no es lo mismo tomar la leche del pecho de su madre que del biberón. Esto se desprende del hecho que el bebé no agarra las tetinas del biberón del mismo modo que el pecho de la madre. Por tal motivo, es recomendable que durante sus primeros meses de vida el pequeño tome la leche del pecho materno. Una adecuada succión hará que el organismo de la madre produzca más leche.
Al momento de amamantar, resultan de suma importancia el contacto corporal y la comodidad de madre e hijo. Una mala posición al dar el pecho, así como un mal agarre del mismo, es posible que acarree diversas molestias. El agarre se facilita ubicando al bebé contra la madre, con su cabeza y cuerpo en línea recta, cuidando que su cuello no quede torcido o excesivamente flexionado o extendido, con la cara hacia el pecho y la nariz frente al pezón. Es aconsejable que la madre conserve la espalda recta y las rodillas algo elevadas, sosteniendo la cabeza del bebé con su antebrazo y no con el hueco del codo.
Luego que el bebé se encuentre bien colocado, la madre puede estimularlo para que abra la boca haciendo rozar sus labios con el pezón para después desplazar al bebé de manera suave hacia el pecho. Se debe tener la precaución de evitar que el brazo del pequeño se interponga entre él y su madre.
No resulta conveniente presionar el pecho con los dedos a modo de “pinza» ya que de ese modo se estira el pezón y se impide que el niño pueda acercarse lo necesario para mantener el pecho dentro de su boca.
Por otro lado, no es necesario seguir un ritual estricto de higiene del pecho al momento de amamantar. Tan solo bastará con una ducha diaria y ciertos cuidados básicos de higiene.
Al mismo tiempo, es aconsejable mantener una alimentación sana y equilibrada, suprimiendo determinados alimentos que puedan darle un mal sabor a la leche como es el caso de los espárragos, cebollas y alimentos picantes, así como el alcohol, café y té.

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Lactancia materna, como saber si estoy alimentando de más a mi bebé

Muchas madres, sobre todo cuando son primerizas, no saben si están alimentando de la forma correcta a sus pequeños, ya que se hace difícil registrar si el pequeño está mamando la cantidad de leche materna necesaria, y en algunos casos pensamos que la alimentación es escasa o en otros que lo estamos sobrealimentando, ya que generalmente los pediatras aconsejan que la teta sea a libre demanda, o sea cada vez que el niño la solicita.

Pues bien, los niños recién nacidos y en sus primeros meses de vida suelen alimentarse cada 2 o 3 horas, y esto no quiere decir que lo estemos sobrealimentando, ya que algunos otros piden la teta cada 4 o 5 horas, y tampoco les está faltando el alimento necesario para su correcto crecimiento y desarrollo.

Generalmente los niños consumen 150 centímetros cúbicos /kilogramo de peso cada vez que se prenden al pecho, aunque no es una regla general, por eso siempre es necesario que las mamás comencemos a establecer rutinas alimentarias hasta establecer un ritmo, donde podamos saber cuando el pequeño llora porque se siente hambriento y cuál es el momento indicado de prenderlo al pecho.

La lactancia varía de acurdo a la etapa de crecimiento en la que se encuentran, por eso algunas veces demandan más y otras un poco menos, lo importante es estar atenta los primeros meses, para lograr así un reconocimiento y poder permitirle que se alimente de nuestro pecho cada vez que sea necesario. La leche materna es el mejor alimento que se le puede brindar a un pequeño los primeros meses de vida, nunca estarás sobrealimentando a tu bebé.

Consejos para estimular la lactancia

Consejos para estimular la lactancia

La lactancia materna suele ser una de las mayores preocupaciones que las futuras mamás tienen, sobre todo en el caso de ser primerizas, porque no saben si están alimentando de la forma correcta a sus bebés, si ellos maman el tiempo y la cantidad necesaria, o simplemente serán capaces de hacerlo de la forma correcta.

No hay que alarmarse, ya que no existe un manual de cómo ser la madre perfecta, y todo se va aprendiendo a medida que el tiempo y nuestro pequeño bebé, nos va demandando. La lactancia materna gracias a la naturaleza, se acomoda al ritmo que nuestro bebé lo demanda y tiene necesidad de alimentarse, lo único que debemos hacer es estar atentas y dispuestas a prenderlo al pecho cada vez que el niño lo solicite.

De alguna manera los bebés nacen con un instinto predeterminado, de cuanto, cuando y como deben alimentarse, no te sorprenda si apenas nacido lo acercas al seno materno y busca desesperado prenderse a la teta para mamar.  Éste primer paso es fundamental para que los pechos de la madre poco a poco se vayan acondicionando y solos sepan cuando es el momento de alimentar al bebé.

A medida que vaya pasando el tiempo, cuando le bebé esté por sentir hambre, seguramente tu también sentirás como poco a poco los pechos se van llenado de leche para que el pueda alimentarse. Solamente es cuestión de estar atentas, prestar mucha atención los primeros días, para que luego de forma natural se establezca una rutina alimentaria, entre el bebé y su mamá. Mientras más rápido se prenda el bebé, más producción de leche habrá en la madre, su succión es un estímulo imprescindible para que la producción de leche sea la adecuada.

Obesidad infantil, la importancia de la lactancia materna

Obesidad infantil, la importancia de la lactancia materna

Mucho es lo que se estudia a diario sobre maternidad y lactancia materna, y grandes investigadores dedican su tiempo para dejarnos en claro la gran importancia que tiene el amamantar a nuestros bebés los primeros meses de vida, sobre todo para prevenir enfermedades a largo plazo.

Así es que desde hace algún tiempo muchos investigadores sostienen que la lactancia materna tiene una gran relación con el posible desarrollo de un bebé, para prevenir enfermedades como la obesidad y el sobrepeso, ya que sostienen que aquello pequeños alimentados con leche materna, tienen menos posibilidades de ser obesos en su primera infancia, adolescencia y vida adulta.

Teniendo presente esto lo más recomendable para una mamá que acaba de tener familia, es que responsablemente estimule su producción de leche, ya sea prendiendo al bebé a la teta , cada vez que él lo solicita o mediante un sacaleches, para luego brindarle el alimento con una mamadera, dado que éste alimento es fundamental e indispensable para que correcto y saludable desarrollo de un bebé.

Hay que recordar que amamantar a un bebé, es un gran trabajo por parte de la mamá, pero bajo ningún punto de vista cabe privarlo de semejante privilegio si tenemos en cuenta todos los beneficios que la misma le proporciona a largo plazo. Por lo tanto la teta, debe ser a libre demanda, o sea, cada vez que el niño lo solicite y tenga hambre. La combinación con leches de fórmulas es aceptada, pero se recomienda que al menos los 6 primeros meses, el pequeño tenga como alimento exclusivo la leche materna acompañada por las indicaciones que brinda el pediatra de confianza.

Grupos de lactancia

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Un grupo de lactancia, es aquel que se forma, habitualmente de forma desinteresada, para apoyar a las mujeres que tienen dificultades con este hecho, o simplemente les surgen dudas a la hora de enfrentarse al periodo de lactancia.

De base decir, que es natural el miedo de las madres, porque esta es una situación nueva en la vida de la mujer, sobre todo de las madres primerizas, que habitualmente se cargan de responsabilidad, por la importancia que supone para ellas criar a sus hijos en las mejores condiciones.

El hecho de enfrentarse al no saber, a las creéncias, que aunque no son reales, están muy instauradas socialmente.

Ante estás «dificultades», muchas madres abandonan la idea de dar el pecho a sus bebés y se pierden una experiencia maravillosa y única en la vida, que ya no van a poder recuperar con ese hij@.

El «no» abandono por miedo, es el fin último de estos grupos. En ellos madres lactantes, se reúnen tanto para disipar todas sus dudas, como para compartir todas sus experiencias. Y suelen hacerlo una o dos veces al mes, aunque cada grupo tenga su dinámica concreta.

En algunos casos, las reuniones no son presenciales, pero se dispone de líneas de atención telefónicas, donde el mayor apoyo para las recién incorporadas, son las madres veteranas. También hay grupos que realizan consultas individuales con las madres que lo necesitan (símplemente pidiendo una cita previa). Estos grupos, que no suelen depender de organismos oficiales; son agrupaciones de asociaciones a las que les ceden espacios en ayuntamientos u hospitales, o incluso otros grupos de otro tipo.

Algunas de estas asociaciones, preparan reuniones especiales y  hastas cursos de orientación y muchas también, disponen de páginas webs o blogs para poder hacer consultas on-line directamente desde casa, sino hay posibilidad para desplazarse.

El hecho de que se intercambien experiencias, hace que las madres que son primerizas puedan compartir sus dudas, miedos y/o recelos con otras madres con más experiencia.

Además es importante decir, que las mujeres que acuden a estos grupos de forma continua, tienen muchos menos problemas a la hora de dar el pecho a sus hijos y así relacionarse mejor con ellos.

Además tienen mucha más confianza en ellas mismas y en lo que están haciendo. lo que es muy importante en este periodo nuevo de sus vidas.

Formar parte de un grupo de apoyo, es por tanto una buena idea, para darse cuenta sobre todo, de que muchos miedos son comunes a todas y que una no es un bicho raro por plantearse ciertas cuestiones, lo que también biene muy bien para evitar depresiones post parto, por sentir que no se da la talla suficientemente para con el bebé.

Infórmate de los grupos que tienes más cerca en tu ciudad o comunidad y empieza a disfrutar de la experiencia de dar el pecho a tu hijo.

Lactancia materna y HIV

Con una inciativa de JustMilk, un grupo de expertos está desarrollando una pezonera mediante la cual se prodría eliminar el contagio de HIV mediante la lactancia materna. Esta pezonera diltraría la leche materna antes de ser ingerida  por el bebé.

Desgraciadamente el Sida es una enfermedad muy común en paises empobrecidos como los de África, en donde se encuentran los nivelenes más altos, y también allí la leche materna es el único alimento de los pequeños.

 Partiendo de pezoneras comunes los científicos quiren llegar a incorporarle algo así como unos pequeños discos desechables los cuales tendrán las sustancias necesarias para que puedan evitar que el maligno virus llegue a los bebes. De esta manera el bebé podrá amamantarse con leche materna sin ningún riesgo.

Lamentablemente es solo un prototipo, ya que por el momento se está investigando cual será la sustancia más adecuada para poder colocar el los discos desechables, sin que esta sea una sustancia que le cause daño al bebé, adempas de ser económica y eficaz.

Esperamos con mucha alegría que este proyecto que se lleva a cabo tenga un excelente resultado final y pronto tener que estar dándoles la noticia del nuevo descubrimiento que permite que las mujeres con HIV amamanten a sus hijos sin riego de contagio.

Lactancia Materna segura, después del Cáncer de mamas

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En un estudio que se presentó en el Congreso anual que realiza la Sociedad de Oncología Médica se aseguró que es completamente segura la lactancia materna luego de un tratamiento de cáncer de mamas.

Al contrario de la que se creía hasta ahora, que la lactancia materna traía alteraciones en las hormonas y que llevaba a una recaída de las personas que sufrían esta enfermedad, se descubrió mediante el estudio realizado a unas 20 mujeres que después de completar el tratamiento, tuvieron un bebe.

Se pudo comprobar que la práctica de la lactancia materna no implica ningún riesgo para ninguno de los dos, ni la mamá, ni al bebé. Lo aseguró Hatem Azim, uno de los  autores  de dicha investigación. 

De las 20 mujeres, la mitad le proporcionó el pecho a sus bebes, y luego de cuatro años se conoció que solo dos mujeres tuvieron recaídas, perteneciendo una a cada grupo.

Por suerte seguimos dándoles a conocer fundamentos científicos por los cuales podemos asegurar que amamantar es la mejor opción que tiene una madre para alimentar a su bebe, y que son muy pocas las ocasiónes en que las madres no puedan hacerlo.

Gracias a este estudio podemos conocer que se puede amamantar luego de un tratamiento de cáncer de mamas.