Las embarazadas que trabajan muchas horas de pie tienden a tener bebés con una cabeza más pequeña

Un grupo de investigadores de la Universidad de Erasmo, en Rótterdam, llegó a la conclusión de que las mujeres que permanecen muchas horas de pie y trabajan a tiempo completo son más proclives a tener bebés con una cabeza más pequeña.

Es cierto que las embarazadas solamente ansían descansar y estar tranquilas, debido a los cambios por los que atraviesa su cuerpo. No obstante, las necesidades económicas les impiden a las futuras mamás descansar el tiempo que necesitan. Inclusiva, algunas deben trabajar muchas horas diarias hasta antes del parto, lo cual en muchos casos supone permanecer de pie demasiado tiempo.

Independientemente del agotamiento, pasar mucho tiempo de pie o trabajar más de 40 horas semanales durante la gestación podría relacionarse con el hecho de que los bebés nazcan con una cabeza de un tamaño inferior que lo normal.

Para el estudio, los expertos se dedicaron a analizar los datos de la situación laboral de unas 4.600 embarazadas. Mediante la investigación, los especialistas holandeses descubrieron que los bebés de aquellas mujeres que durante el embarazo se desempeñaban como docentes, trabajaban en el área de ventas o en guarderías y que, por ende, pasaron muchas horas de pie, nacieron con la cabeza un 3% más pequeña en comparación con los pequeños de las mujeres que realizaban otro tipo de trabajo. De todos modos, los investigadores señalaron que este hallazgo no detalla de qué forma esta situación puede llegar a afectar el desarrollo del bebé a futuro, aunque afirmaron que las facultades cognitivas pueden ser menos favorables.

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Cómo prevenir la «cabeza chata» en los bebés

Desde que la Sociedad Americana de Pediatría  comenzó a recomendar que los bebés duerman boca arriba, han disminuido los casos de muerte súbita en el mundo. Sin embargo, este cambio postural conlleva un efecto secundario, la plagiocefalia posicional, popularmente conocida como “cabeza chata”.
En tal sentido, la plagiocefalia se presenta cuando la cabeza del bebé se encuentra siempre en la misma posición al dormir, pues como el cráneo de los pequeños es demasiado blando este se puede deformar debido por acción de la fuerza de gravedad. De este modo, la parte de la cabeza que permanece siempre apoyada sobre el colchón, ya sea la nuca o el costado, se puede achatar. De todas formas, por lo general, este problema se soluciona naturalmente,  e incluso puede prevenirse, aunque es importante saber que el mismo no genera daños en el desarrollo ni en las funciones cerebrales del bebé.
Para prevenir la plagiocefalia lo ideal es colocar al pequeño en posición supina, es decir, boca arriba, para dormir, procurando ir alternando la posición de su cabeza  cada día.
Cuando se ya es evidente la existencia de una plagiocefalia, los especialistas recomiendan alternar a diario el extremo de la cuna en donde se coloca al bebé, de manera que su cabeza no esté siempre apoyada en el mismo lado. Otra opción sería  colocar un móvil donde se desea que el bebé observe
A partir del quinto mes de vida, el niño comienza a rolar y, por consiguiente, a cambiar de posición durante el sueño, por lo que los padres ya no deben preocuparse.

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Datos curiosos de los bebés (II)

curiosidades bebes 2Cuando tu bebe nazca no te preocupes por el tamaño de la cabeza. La razón es que la cabeza del bebé es mucho más grande que el resto del cuerpo -para hacernos una idea, la cabeza por sí solo equivale a un cuarto del peso total del recién nacido-.

También, durante los primeros días es común que pierda parte del cabello, por el contacto con las sábanas y, si por causa del estrechamiento del canal del parto, sufre algunas deformaciones. No debemos obsesionarnos; pues, volverá a su estado “normal” en unos días. El cerebro de nuestro pequeño será el 10% del peso total de su cuerpo -en un humano adulto sólo es un 2%-.

Y, no es una leyenda: los niños nacen con la capacidad de nadar y lograr mantener la respiración bajo el agua. La causa es que mantienen su sistema de adaptación al medio acuático hasta que cumplen 6 o 7 meses. Esta capacidad les ayuda a la hora de tomar el pecho, son capaces de respirar y de tragar leche, todo al mismo tiempo.

Un dato que sorprende es que no es extraño ver bebés que nacen con los ojos azules. No debemos pensar nada raro; puede suceder aunque en la familia no haya antecedentes de niños con ojos claros- es a causa de una falta de pigmentación, que se desarrollará poco después del parto.