Salud bucal de nuestros niños

Al tener un bebé no sólo procuramos cumplir con las visitas periódicas al pediatra, para que nos vaya orientando acerca del crecimiento de nuestro hijo y realizarle los chequeos de rutina correspondientes, sino que también comenzamos a poner especial cuidado y observación en pos de lograr detectar cualquier síntoma de enfermedad o molestia del bebé.
La higiene dental es un factor muy importante para la salud del pequeño. La misma debe comenzar desde su nacimiento y no recién cuando aparecen los primeros dientes, como muchos creen. Para ello, se deben limpiar las encías con gasas húmedas o paños humedecidos, lo que permitirá cualquier posible infección en las mismas.
Al iniciarse el proceso de dentición, que generalmente se da alrededor de los seis meses de edad, es necesario continuar con el mismo sistema de limpieza. Ya a partir del año se recomienza empezar a utilizar el cepillo de dientes, solamente con agua o con un poco de pasta de dientes. Al efectuar este procedimiento, por un lado, le inculcaremos a nuestro pequeño hábitos de higiene adecuados y,  por el otro, podremos prevenir la presencia de infecciones o caries.
Sin embargo, a pesar de todos estos cuidados, existe la posibilidad de que surja algún problema vinculado con la salud bucal que requiera consultar con un especialista, ya sean caries, mal crecimiento de los dientes, etc.
De todas maneras, es importante destacar que con buenos hábitos y, sobre todo, mucha constancia, es posible asegurarles una óptima salud dental a nuestros hijos.

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La saliva de los padres reduce el riesgo de alergias en los bebés

De acuerdo a los resultados arrojados por un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, el riesgo en los pequeños de padecer ciertas alergias podría reducirse mediante el traspaso de saliva de los padres a los bebés. Si bien no se trata de una práctica agradable, usar saliva de los padres para limpiar el chupete hace que los niños sean expuestos a bacterias inofensivas que son beneficiosas para estimular el sistema inmunológico, incrementándose así la protección contra las alergias.
No obstante, los expertos en odontopediatría consideran que los posibles beneficios de dicha práctica conllevan algunos efectos secundarios, dado que la flora bacteriana de los bebés es colonizada con millones de bacterias, algunas de las cuales podrían llegar a ser peligrosas.
En el estudio se buscó establecer a qué edad la exposición bacteriana podría influir sobre el sistema inmunológico y el desarrollo de alergias. Para ello, entre todas las opciones que se valoraron, la saliva de los padres en el chupete de los bebés se presentó como la mejor alternativa.
De este modo, se analizó a un grupo de 184 recién nacidos, realizándoles análisis a los 18 y 36 meses de edad con el fin de detectar distintos tipos de alergia. Y los resultados fueron reveladores, del 70% de los bebés que usaron chupete, aquellos cuyos padres limpiaban este objeto con su saliva fueron un 33% menos proclives a padecer asma, eczema o sensibilización a alérgenos, en comparación con los niños cuyos padres no limpiaron el chupete de ese modo.
En cuanto a las posibilidades de sufrir eczema, se observó que esta práctica permitía reducir de manera significativa el riesgo de su aparición si los padres limpiaban el chupete con su saliva durante los primeros seis meses de vida del bebé, dado que la colonización de bacterias inofensivas estimula el sistema inmunológico de los pequeños.
De todos modos, es importante señalar que en este estudio no se han tenido en cuenta los hábitos de higiene bucal que tenían los padres, así como tampoco se analizó cuál era la higiene bucal de los bebés al asomarse los primeros dientes, siendo que los especialistas odontopediatría consideran este procedimiento como un factor de riesgo.

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Salud bucal en el embarazo

Hay muchos mitos que giran en torno al embarazo, uno de ellos es el de los dientes. Seguramente, alguna vez hemos oído decir, entre otras cosas, que las embarazadas no pueden hacerse tratamientos dentales. No obstante, la mayoría son infundados. Por ese motivo, si estás embarazada es bueno que sepas cómo tienes que cuidar tus dientes.
La salud bucal durante la gestación resulta de suma importancia, puesto que se trata de una etapa en la cual es necesario prestarle mayor atención al cuidado de la boca, no sólo de los dientes sino también de las encías, debido a que la flora bacteriana se ve modificada por las hormonas del embarazo y las vuelve más propensas a la acumulación tanto de sarro como de bacterias.
Es común el sangrado de las encías al cepillarse los dientes, porque durante el embarazo se encuentran más sensibles e inflamadas por efecto de las hormonas y el incremento de flujo sanguíneo. De todos modos, si percibes que las encías sangran por demás al cepillarte, se observan abultadas, enrojecidas o sientes dolor, es indispensable consultar con el odontólogo. Es posible que padezcas una enfermedad periodontal conocida como gingivitis, una infección muy común en las embarazadas que es provocada por la acción de los depósitos de placa.
Entre los factores de riesgo de la gingivitis podemos mencionar la edad avanzada de la mujer, la diabetes y el tabaquismo. Si la infección se trata a tiempo no habrá problemas, por ello no debes dejar de concurrir al odontólogo si estás en la dulce espera. Si no recibes el tratamiento apropiado, la gingivitis puede producir complicaciones en la gestación, como por ejemplo parto prematuro.
Una de las principales prioridades es prevenir la aparición de caries y gingivitis, ya que el incremento de los niveles de prolactina y estrógenos provoca cambios no sólo en el organismo de la mujer sino incluso en la boca, haciendo que la placa bacteriana actúe más agresivamente en los dientes y las encías.
Una de las medidas preventivas es adoptar hábitos de higiene bucal saludables, como cepillarse los dientes luego de cada comida, preferiblemente con un cepillo de cerdas suaves en caso que sangren las encías, usar hilo dental para pasarse en las zonas a las que no se pueden acceder con el cepillo, emplear enjuague antiséptico y, en caso que sea necesario, aplicar flúor.
Otra de las cuestiones fundamentales es la alimentación. Para evitar la aparición de caries o cualquier otra infección, es importante disminuir el consumo de azúcares, incrementar el consumo de calcio, presente en lácteos y yogures, y consumir proteínas a través de la ingesta de carne, legumbres y pescado.
Visita periódicamente al dentista. De lo contrario, en caso que exista una infección y no sea trata a tiempo, puedes llegar a sufrir la pérdida de piezas dentales o complicaciones en el embarazo. Recuerda que la anestesia, al igual que las resinas o amalgamas, usadas para el tratamiento de caries, no afectan al curso normal de la gestación.

Infección urinaria, diagnóstico y cuidados

La infección urinaria es muy común en los niños. Se trata de una infección localizada ya sea en los riñones, la pelvis renal, los uréteres, la vejiga o la uretra, cuya detección y tratamiento es muy importante puesto que de no tratarse podría ocasionar daños serios en el riñón del pequeño.
Uno de los factores fundamentales que determina la aparición de las infecciones urinarias es el relacionado con los hábitos de higiene que la mamá tenga con su hijo, es decir, las veces en que se les cambia el pañal y la forma de aseo de los genitales, puesto que es muy fácil que los gérmenes que se hallan en las heces lleguen a la vejiga. Por ese motivo, hay que cambiarle con frecuencia los pañales al bebé.
Además del llanto continuo, falta de apetito, fiebre y vómitos, los niños que tienen infección urinaria generalmente presentan ictericia (coloración amarillenta de la piel), palidez y olor fuerte en la orina, entre otros síntomas.
Si además de ello, padece decaimiento o exhibe pérdida de peso, es necesario acudir con el niño al pediatra, para que le recete los antibióticos necesarios y realizarle las pruebas de rigor.
De manera que para combatir las infecciones básicamente es necesario darle el pecho al bebé a demanda, pues la lactancia materna ayuda a aumentar las defensas del organismo; no ponerle prendas que le puedan irritar, cambiarle con frecuencia el pañal.
Siempre ante la menor duda de infección se debe recurrir con prontitud al médico.

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Los habitos de higiene de los niños y las mamas

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Muchas veces la hora del baño de los bebes o niños suele ser un momento un poco traumático para las madres y suelen padecerlo demasiado, pero no debe ser así, el momento del baño del bebe debe disfrutarse y ser muy placentero para ambos. También los habito de higiene son difíciles para que los niños se acostumbren a realizarlos.

Te daremos algunos consejos para que puedas disfrutar estos momentos y no  tener que odiarlos:

 

  • Hay muy buenos productos en el mercado que te ayudaran a dejar la bañera bien limpia para ser utilizada.
  • Utiliza tu propia mano para enjabonarlo, de esa manera evitaras que los gérmenes que se depositan en las esponjas lo contagien de alguna enfermedad.
  • En cuanto al cabello utiliza shampoo que no le irriten los ojos y realízale peinados divertidos para relajar este momento del lavado de la cabeza
  • Recorta sus uñas cada vez que sea necesario, de esta manera no se lastimara con ellas

 

Los hábitos de higiene son muy difíciles de implantar en los niños, por eso enseñarles con el ejemplo.  Deberás asegurarte que se lave las manos antes de salir del baño y de ser necesario colocarle un banquillo para que pueda acceder mas fácilmente.