El ejercicio físico ayuda a reducir el número de cesáreas

No caben dudas de que hacer actividad física es sumamente beneficioso para cualquier persona y más aún para las embarazadas, en especial porque ayuda a controlar el peso, reduce las probabilidades de sufrir depresión y disminuye el riesgo de obesidad en los bebés. Lo ideal es hacer ejercicio físico regularmente, sobre todo teniendo en cuenta que se descubrió que con su práctica puede reducirse la cantidad de cesáreas.
En tal sentido, un equipo de  investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid demostró que un programa de actividad física regular, realizado bajo la supervisión de especialistas, permite reducir la cantidad de partos instrumentales, en los que se usan fórceps y espátulas; al igual que de cesáreas, en comparación con aquellas embarazadas que no hacen nada de ejercicio.
Con esto, la idea es impulsar a las futuras mamás a que realicen una rutina diaria de trabajo para poder estar activas durante la gestación porque, además de los beneficios que ya mencionamos, permite  mejorar la postura y la apariencia, aliviar el dolor de espalda, fortalecer los músculos que participan en el trabajo de parto y reducir el riesgo de diabetes gestacional. De modo que, según los investigadores, practicar regularmente  ejercicio físico conlleva una mejora en la calidad de vida de los bebés y las mujeres, no sólo en el embarazo sino también durante la maternidad.
Durante el estudio se analizaron dos grupos de embarazadas, uno conformado por  138 mujeres que siguieron el plan de ejercicios pautado por los especialistas, y otro integrado por 152 mujeres que permanecieron inactivas.
Una vida sedentaria, una postura incorrecta o hábitos inadecuados de alimentación, resultan perjudiciales y pueden implicar riesgos para el desarrollo normal de la gestación. De manera que, aparte de hacer actividad física, también es conveniente llevar un estilo de vida saludable.

En Bélgica disminuyeron los partos prematuros desde que rige la prohibición de fumar en público

Miembros de la Universidad de Hasselt, en Bélgica, en conjunto con el Centro de Epidemiología Prenatal, realizaron un estudio, cuyos resultados demuestran que desde que rige la prohibición de fumar en público en dicho país se redujeron alrededor de un 6 por ciento los casos de partos prematuros.
Fumar durante la gestación o ser fumadora pasiva, puede provocar que se adelante el parto y que el bebé nazca con bajo peso. A la vez que puede ocasionar infecciones respiratorias, asma o defectos congénitos del corazón, en los pequeños.
En Bélgica, la medida de prohibición de fumar en espacios públicos fue implementada en tres etapas. Primero se prohibió fumar en sitios públicos y ámbitos de trabajo, luego la prohibición se extendió a los restaurantes y, por último, fueron incluidos en esta normativa los bares y locales de venta de comida.
Para la investigación, los expertos analizaron unos 607.000 partos desde el año 2002. En base a ello, lograron determinar que luego de la implementación de cada una de las fases de prohibición de fumar, se redujeron paulatinamente los porcentajes de partos prematuros espontáneos. De manera que, desde que rige la prohibición de fumar en sitios públicos, decrecieron los nacimientos producidos antes de cumplir las 37 semanas de embarazo, así como las consecuencias en la salud y crecimiento del bebé. Sin duda alguna, el tabaco es perjudicial para todas las personas, sobre todo para las embarazadas y recién nacidos. Por lo que la medida adoptada en Bélgica y que también rige en muchos otros países, como España y Argentina,  es muy necesaria y beneficiosa para la salud, en especial para las personas más susceptibles al humo del cigarrillo, como las madres gestantes y los niños pequeños.