Libertad de elección para una alimentación saludable

Un estudio llevado a cabo en Reino Unido por expertos de la Universidad de Nottingham arribó a la conclusión que si los niños escogen lo que desean comer, disminuye el riesgo de padecer sobrepeso infantil. De manera que los padres tendrían que ofrecerles una variedad de alimentos saludables, en pequeñas porciones, para que ellos elijan.
Según este estudio, la libertad de los niños de elegir los alimentos conlleva un efecto positivo que estimula el desarrollo de hábitos saludables en relación a la nutrición, algo esencial para combatir el sobrepeso y la obesidad infantil.
Para arribar a esta conclusión, se realizó un seguimiento a 155 niños de entre 20 meses y los 6 años de edad, los cuales fueron divididos en dos grupos, uno compuesto por aquellos que podían elegir la alimentación y otro integrado por niños que se alimentaban con papillas hechas por sus padres y sin posibilidad de elegir. De este modo, se logró constatar que los niños que podían elegir los alimentos por lo general ingerían más carbohidratos en relación a los niños que eran alimentados por sus padres con papillas.
Este último grupo de niños, curiosamente poseían gran predilección por los alimentos dulces a pesar de que con las papillas habían recibido una mayor cantidad de frutas, vegetales y carbohidratos en comparación con los niños que escogieron su alimentación y pudieron disfrutar de bocadillos variados.
Al concluir el estudio, se concluyó que el porcentaje de niños con problemas de sobrepeso y obesidad era superior en el grupo de niños que eran alimentados con papillas. Según los expertos, esto se debe a que luego de la lactancia materna, permitir la libre elección de alimentos favorece que los niños aprendan a controlar el consumo alimentario, aumentando así la preferencia por los alimentos sanos y disminuyendo,a su vez, el Índice de Masa Corporal.

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Incontinencia urinaria en el embarazo

Durante el embarazo, las mujeres orinan mucho menos en comparación con las ganas que sentían. Esta sensación es muy común pues su cuerpo está en proceso de cambio, aunque en el último trimestre no solamente dan más  ganas, sino que incluso se les suele “escapar” la orina especialmente cuando se ríen, tosen, estornudan o levantan algo pesado, entre otras cosas.
El motivo de ello, no es otra cosa más que la presión que el útero ejerce sobre la vejiga, el tamaño del bebé, pues está cada vez más grande y ocupa mucho espacio afectando así la función de la uretra, que es la que hace posible que retengamos la orina. 
Durante esta etapa, es necesario beber al lo menos 8 vasos de agua diarios, pues sino podría llegar a contraer una infección urinaria  o incluso deshidratarse; evitar tomar líquidos con cafeína, picantes, gaseosas, alcohol; porque irritan la vejiga;  controlar el sobrepeso, ya que influye en la incontinencia porque aumenta la presión sobre la vejiga.
Al reír, toser o estornudar hay que procurar cruzar las piernas. También, es importante hacer los ejercicios Kegel, que se trata de contraer los músculos alrededor de la vagina, con los cuales se obtendrán resultados entre las  4  y 6 semanas posteriores. No se debe acelerar el proceso haciendo más ejercicios Kegel,  porque puede llegar a ser contraproducente y generar un efecto contrario al deseado.
Al mismo tiempo, durante el embarazo las mujeres están proclives a sufrir infección urinaria, la cual se puede prevenir higienizando bien el área, evitando los baños de inmersión, no usar ropa ajustada y utilizar ropa interior de algodón.
Inclusive es importante evitar el estreñimiento para que la vejiga no esté presionada y debilite los músculos de la pelvis. Para ello, es fundamental beber mucho líquido e incorporar fibra en la dieta.

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El sobrepeso y la obesidad disminuyen las posibilidades de embarazo

Embarazo y obesidad son dos cosas que no deberían ir de la mano. Si bien el sobrepeso y la obesidad son dos términos bien diferentes; de acuerdo al enfoque que deseamos darle a este post, la situación casi es la misma. Lo que sí está más que claro es que no es lo mismo un embarazo con sobrepeso u obesidad que un embarazo de una persona saludable, con el peso adecuado. 
Es una realidad que la población con sobrepeso y obesidad sigue en aumento, y,  por supuesto,  esto no es bueno ni para quienes padecen dicho problema ni, claramente, para sus hijos.
De acuerdo al primer estudio realizado que asocia el sobrepeso y la concepción, reveló que el 43% de las madres con exceso de peso poseen problemas al momento de intentar quedar embarazadas.
Las posibilidades de concebir un bebé de manera natural van disminuyendo por cada punto que aumenta el índice de masa corporal de una mujer. Para que quede bien en claro,  una mujer con un índice de masa corporal de 35, con 1, 60 m de altura y 90 kilos de peso, posee un 26% menos de probabilidades de lograr un embarazo.
Al mismo tiempo, se debe prestar especial atención a la obesidad abdominal, es decir, esa acumulación de grasa localizada en la cintura que puede traer como consecuencia bebés con síndrome metabólico, una afección que se caracteriza por el desarrollo durante la niñez de enfermedades coronarias y diabetes. 
La mamás con problemas de obesidad, por lo general son sometidas a césareas, exponiendo al bebé a ciertos riesgos innecesarios y evitables. Si bien no es tarea fácil bajar de peso, una dieta equilibrada  y el consejo de un médico especialista serán de ayuda para mejorar las condiciones físicas de la mujer al momento de pensar en buscar un bebé.