Los bebés se estresan cuando son ignorados por sus padres o cuidadores

estrés-del-bebéDurante la primera infancia, el desarrollo del cerebro está condicionado por las vivencias y experiencias de esa etapa. Y en ella, la relación con los padres o cuidadores es fundamental.

De acuerdo a estudios realizados por investigadores de la Universidad de Toronto, en Canadá,  ignorar a un bebé de seis meses durante tan solo dos minutos puede causarle estrés. Del estudio participaron 31 madres junto con sus bebés de 6 meses de vida y se los separó en dos grupos. Mientras los bebés permanecían sentados en sillitas, las madres debían hablar y jugar con ellos.  A uno de los grupos se le pidió que intercalaran los juegos con periodos de dos minutos, durante los cuales tenían que mirar por sobre la cabeza del bebé sin realizar gesto alguno. En tanto que las madres del segundo grupo solo debían jugar con normalidad con sus hijos.

Para medir los niveles de cortisol, hormona secretada por el organismo en situaciones de estrés, se tomaron muestras de saliva de los pequeños, incluso cuando éstos eran ignorados por sus madres. De este modo, se comprobó que los bebés que eran ignorados presentaban un aumento del cortisol, mientras que dicha hormona se mantuvo en sus niveles en aquellos bebés con los cuales sus madres solo jugaron. Tales pruebas fueron repetidas al día siguiente, arrojando los mismos resultados. También se verificó que los bebés se estresaban de antemano al pensar que sus madres los iban a ignorar nuevamente, lo cual hace pensar que la salud de los pequeños podría verse afectada ante episodios repetidos de estrés.

En definitiva, los bebés se estresan cuando son ignorados por sus padres o cuidadores aún cuando pudieran asistirlos. Por esa razón, es importante reforzar el vínculo con los hijos desde su nacimiento, pues de ese modo se fortalecerá su autoestima y se forjará su personalidad.

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Cargar al bebé es beneficioso para su desarrollo

En general, en lo que respecta a la crianza de los hijos, los pediatras suelen recomendar, por ejemplo, que los pequeños deben aprender a calmarse solos por las noches sin que los padres hagan demasiado caso a su llanto. Inclusive, sostienen que es preferible dejar que experimenten el mundo de un modo más independiente, evitando sobreprotegerlos para que no se vuelvan inseguros y vulnerables.

Sin embargo, a la mayoría de los padres les parece casi imposible poner en práctica tales recomendaciones ya que ven como una crueldad el hecho de tener que ignorar los reclamos de sus bebés. Todo indica que los padres que deciden no hacer caso a los nuevos modelos de crianza están en lo cierto. En efecto, muchos expertos señalan que se debe hacer  todo lo contrario, pues todo parece indicar que criar a un niño con afecto y atenciones constantes puede arrojar óptimos resultados. Según los que sostienen esto, lo ideal es brindarles a los bebés el mayor afecto posible, cargándolos todo el tiempo que se pueda, pues esto es beneficioso para su desarrollo, además que fortalece el vínculo con los padres.

Cargar al bebé en brazos, hablarle o cantarle, lo ayuda a dormir, sentirse seguro, alimentarse y a relajarse. Se ha comprobado que este tipo de crianza, gracias al bienestar que produce el vínculo con los padres, hace que el pequeño duerma mejor, gane peso, se vuelva más sociable y llore menos. Por otro lado, los expertos aseguran que cargar al bebé en brazos lo ayuda a relacionarse mejor con su cuerpo, a ganar flexibilidad y a evitar los molestos cólicos y dolores abdominales.