Las madres tienen un vínculo muy especial con sus hijos pero a veces, las madres tienen emociones que son tóxicas, es decir, que tienen algún tipo de malestar, contradicciones internas, luchas, ansiedad… Sin embargo, muchas veces, se ocultan este tipo de emociones porque se idealiza demasiado el rol de ser madre, como si una mujer fuese feliz todo el tiempo por el simple hecho de tener un niño. Una mujer más allá de ser madre, sigue siendo una mujer de carne y hueso que tiene días buenos, malos, regulares, cambios de estado de ánimo, inseguridades y dudas.
Por ello, merece la pena aprender a vivir el momento presente con la ilusión de poner en práctica la introspección para mirar dentro de ti misma. ¿Qué emociones tóxicas surgen después de ser madre?
1. La culpa es una emoción muy dolorosa que causa mucho sufrimiento y muchas heridas. Por ejemplo, existen mujeres que se sienten culpables por no pasar todo el tiempo que querrían con sus hijos. La conciliación laboral no es sencilla, plantea un gran esfuerzo y mucho sacrificio. A veces, la mujer vive con la sensación de pensar en todo menos en sí misma.
2. ¿Qué hacer con una emoción tóxica? En primer lugar, identificarla. En segundo lugar, lo ideal es identificar todas las emociones e incluso, analizar su causa.
3. Anota en un diario las emociones que surgen de una forma más habitual en tu día a día. Por ejemplo, también puede ser posible sentir cansancio crónico y tristeza. En ese caso, tienes que buscar un espacio y un tiempo para ti.
4. Comparte tus emociones con tu pareja, habla de qué te sucede, pide ayuda…
5. Atrévete a sentir de una forma libre sin someter a un juicio racional cada sentimiento. No te sientas culpable porque haya momentos en los que eches de menos tu libertad y tu autonomía de soltera, por ejemplo. Eso no significa que quieras menos a tu hijo. Simplemente, eres humana y necesitas tener tu espacio vital.
La depresión posparto es una muestra de que a veces, se puede sentir dolor en un momento alegre.