La homeopatía es un método terapéutico al que acuden muchos padres cuando se encuentran con trastornos recurrentes que no han conseguido una solución satisfactoria por medio de otros medicamentos. La explicación de este acercamiento se encuentra para muchos médicos en que la homeopatía es un método terapéutico eficaz y sin riesgos, es decir, sin efectos secundarios y, por lo tanto, seguro.
Algunos médicos homeópatas aseguran que muchos de los progenitores que acuden a su consulta lo hacen con casos que parecen no tener solución como por ejemplo otitis, eccemas provenientes de reacciones alérgicas, trastornos digestivos, etc. Se trata de enfermedades recurrentes que exigen un tratamiento continuo que muchas veces no aporta la mejoría deseada por los padres y buscan una opción que no sólo tenga en cuenta los síntomas sino otros aspectos relacionados por ejemplo con su personalidad, el entorno y el conjunto de elementos físicos y psíquicos que en esta terapia médica sí se valoran. Porque la homeopatía es un sistema que individualiza el tratamiento pero tratando siempre de forma global al individuo.
Así, los resultados obtenidos por la homeopatía en bebés o niños gracias a los profesionales de la salud especializados en esta opción terapéutica es lo que está haciendo que muchos padres confíen en estos medicamentos cuya demanda mundial crece sin parar. Hoy en día se consume homeopatía en más de 80 países de todo el mundo.
Los medicamentos homeopáticos son compatibles con otros fármacos, por lo que se pueden compaginar con tratamientos alopáticos, sin ningún problema añadido. Sus formas farmacéuticas son variadas, hay jarabes, pomadas, comprimidos…, pero las más comunes son los gránulos y los glóbulos que se disuelven bajo la lengua. Estos preparados tiene un sabor dulce, de modo que los más pequeños de la casa lo suelen tomar sin dificultades, además de que se pueden diluir en agua, siendo la toma muy sencilla.
En estos casos, la homeopatía se emplea para aliviar distintas afecciones como por ejemplo el dolor de dientes, el eritema del pañal, los golpes, los resfriados o catarros, las gripes…, por lo que sus aplicaciones son muy diversas. No obstante, si tienes dudas lo mejores es que consultes con un médico o incluso solicites el consejo de un farmacéutico, profesional que también está cualificados para informarte de los usos de la homeopatía, ya que los medicamentos homeopáticos son de venta exclusiva en farmacias.