Cuando una mujer es infértil pero quiere o está intentando quedarse embarazada sin éxito, se comienzan a usar una serie de procesos denominados como “reproducción asistida”.
Si echamos un vistazo unos años atrás, lamentablemente las personas que tenían problemas de fertilidad tenían que asumir su realidad y quedarse sin niños o adoptar en caso de que ambas partes de la pareja estuviesen de acuerdo.
Esto hizo que el nacimiento de la primera niña probeta fuese tan importante para cientos de parejas en el mundo que hasta ese momento no podían tener bebés, ya que se les abría un mundo de esperanzas en todos los sentidos. La solución a los problemas de infertilidad había llegado.
Qué es realmente la reproducción asistida
Cuando hablamos de reproducción asistida, no podemos hablar sólo de una cosa en concreto, ya que la reproducción asistida son todos los procesos en los que una persona interviene para modificar algo del proceso del embarazo.
Esto quiere decir que desde el proceso de ovulación hasta la manipulación del óvulo o los espermatozoides es reproducción asistida.
Las diferentes técnicas de reproducción asistida que se conocen como por ejemplo la Fecundación in Vitro, hoy en día permiten extraer al pre- embrión de tal forma que los especialistas puedan comprobar si tiene algún tipo de deformidad o problema cromosómico. Este proceso, también permite conocer si hay alguna enfermedad genética, de tal forma que a la mujer lo único que lleguen sean embriones que estén en perfecto estado.
Consejos sobre la reproducción asistida
Quién debe pensar en la reproducción asistida
Las parejas que tienen problemas para concebir un bebé por la forma tradicional, son las personas que deben recurrir a la reproducción asistida.
Qué es lo que puede hacer que una pareja no pueda tener un embarazo de la forma tradicional
Uno de los principales problemas es la infertilidad. Para comenzar a pensar en la infertilidad como una opción de lo que puede estar pasando, se deben haber tenido varios años de relaciones sexuales sin haber podido tener un embarazo.
Cuando una mujer consigue quedarse embarazada pero el bebé no llega a nacer, también se conoce como infertilidad. Sólo cuando un hijo nace vivo se descarta esta posibilidad.