Viajes de Semana Santa: precauciones en el embarazo. A la hora de disfrutar del tiempo de ocio y de la tranquilidad, merece la pena tomar ciertas precauciones. Por ejemplo, en el caso de una mujer que está embarazada es positivo apostar por un medio de transporte rápido, cómodo y seguro como el tren. Por otra parte, es mejor evitar los trayectos en caso de que te encuentres en la recta final del proceso de gestación, en ese caso, apuesta por quedarte tranquila en casa y disfrutar de estas fechas en tu ciudad, desde la calma que necesitas.
Por otra parte, a la hora de hacer la maleta para viajar, es mejor no cargar el equipaje con mucho peso sino ser práctica. Van a ser pocos días, por tanto, tampoco se necesita tanta ropa para hacer frente a la jornada. Por otra parte, siempre hay cosas que se pueden comprar en la ciudad de destino en caso de que sean urgentes.
Durante el embarazo, no se está en ningún sitio tan bien como en casa, por ello, mejor que viajar a un hotel, puede ser alquilar un apartamento por unos días o visitar a familiares de confianza y pasar la Semana Santa en compañía de los seres queridos. Nadie te va a cuidar tanto y tan bien como aquellos que te quieren, se preocupan por ti y desean tu felicidad.
Las procesiones se convierten en el centro de interés religioso y cultural de las ciudades. De hecho, son una llamada para el turismo en zonas tan destacadas como Andalucía, por ejemplo. Sin embargo, es mejor que evites las aglomeraciones y aquellos focos en los que haya mucha gente. Es mejor que apuestes por las zonas tranquilas y pausadas. No olvides que en la medida que cuidas de ti también, estás cuidando de tu bebé.
Para disfrutar de una Semana Santa muy feliz, toma estos días, como una oportunidad para la calma, para romper con la rutina, disfrutar del presente y de este momento con tu pareja. La Semana Santa llama a la puerta de la espiritualidad y de la introspección.
Imagen: Edukame