El ácido fólico es una vitamina fundamental para la prevención de defectos del tubo neural, pero ahora además se descubrió que su consumo durante el embarazo disminuiría el riesgo de autismo en el bebé.
El ácido fólico también favorece un mejor desarrollo cognitivo y previene retrasos en el lenguaje. Razón por la cual, los especialistas recomiendan tomar 400 mg por día de este suplemente desde alrededor de un mes antes de comenzar a buscar un embarazo y durante el primer trimestre de gestación. De ese modo, se garantiza contar con las reservas necesarias al momento de la formación de las estructuras básicas del sistema nervioso.
Según el estudio realizado en Noruega, para el cual se analizaron unos 85.176 bebés nacidos entre 2002 y 2008, aquellas madres que tomaron ácido fólico a partir de un mes antes y durante las 8 semanas posteriores a la concepción tenían un 40 por ciento menos de riesgo de que sus hijos nacieran con autismo, en contraste con las madres que no lo tomaron.
Este es el primer estudio que se hace sobre los efectos beneficiosos del ácido fólico contra trastornos del neurodesarrollo, como es el caso del autismo. El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es muy útil para producir y mantener nuevas células. Es bueno saber que esta vitamina se encuentra en alimentos tales como los guisantes, frijoles, levadura, verduras de hoja, lentejas, hígado y huevos.