Durante el primer trimestre de gestación, puede suceder que el embarazo que tan ilusionantemente hemos enfrentado, termine en un aborto espontáneo. No es algo descartable, ya que existen muchas causas que pueden provocarlo, por eso es importante estar prevenido y tener paciencia.
De hecho, algunos estudios parecen demostrar con cifras que, uno de cada cinco embarazos termina en ese temido aborto espontáneo. Sucede durante esos primeros meses en el momento en el que debe producirse la implantación del óvulo fecundado y la formación de las primeras estructuras del bebé.
Causas del posible aborto
Por un lado tenemos las causas maternas, entre las que podríamos citar alteraciones uterinas, enfermedades infecciosas o trastornos inmunológicos. Por otro están las causas que podríamos llamar fetales, que se producen por fallos cromosómicos en los primeros estados de gestación.
Aunque en muchos casos es difícil identificar las causas, incluso imposibles, sí podemos tomar determinadas precauciones. Ahí es donde entrarían cosas que ya hemos mencionado en el blog, como evitar el consumo de tabaco, alcohol, llevar una vida sana y no exponernos a los rayos X.
Además, es recomendable mantener la tranquilidad como una bandera para la futura madre. No es bueno el estrés en ningún caso, pero cuando estamos embarazadas mucho menos. Y no olvidemos que los controles prenatales a los que debemos someternos, son citas a las que no debemos faltar.
Y ¿qué hacer si hay peligro de sufrir aborto?
Cuando los médicos detectan por síntomas que se nos manifiestan o por esos controles regulares a los que nos someten, el más mínimo riesgo de que podemos tener un aborto, siempre nos ofrecen consejos y recomendaciones para tratar de evitarlo.
Es importante que hagamos caso. La vida diaria y los deberes que nos marcamos en la casa, el trabajo, etc. Son muy importantes, pero si debemos posponerlo unos días o meses por la salud y la seguridad de tener un embarazo más seguro, ¿por qué arriesgarnos?