Riesgo de aborto en primeras semanas de embarazo

Durante el primer trimestre de gestación, puede suceder que el embarazo que tan ilusionantemente hemos enfrentado, termine en un aborto espontáneo. No es algo descartable, ya que existen muchas causas que pueden provocarlo, por eso es importante estar prevenido y tener paciencia.

De hecho, algunos estudios parecen demostrar con cifras que, uno de cada cinco embarazos termina en ese temido aborto espontáneo. Sucede durante esos primeros meses en el momento en el que debe producirse la implantación del óvulo fecundado y la formación de las primeras estructuras del bebé.

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¿Qué es y en qué consiste el cerclaje cervical?

La incompetencia cervical puede definirse como el debilitamiento del cuello uterino, el cual se abre antes de que el embarazo llegue a término.
Cuando una embarazada padece incompetencia cervical, los médicos deben practicarle un cerclaje cervical, una intervención quirúrgica que consiste en cerrar el cuello del útero para evitar que la mujer tenga un parto prematuro o sufra un aborto espontáneo.
De acuerdo a los datos ofrecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS),
aproximadamente entre el 70 y 90 por ciento de las mujeres a las que se les practica un cerclaje cervical llegan a completar su embarazo saludablemente. Sin embargo, debido a la gravedad de que el cuello del útero se abra antes de lo que debería, no se conoce con certeza cuáles de estas mujeres necesitaban realmente un cerclaje cervical o si solamente con reposo hubiera bastado solucionar el problema.  Es preciso aclarar que este tipo de intervención quirúrgica, como se trata de un método invasivo, puede hacer peligrar  la continuidad del embarazo. Por ese motivo, la OMS recomienda solamente apelar a esta operación cuando existan claras evidencias de parto prematuro o de un alto riesgo de pérdida del bebé.
Algunas de las causas de incompetencia cervical son poseer antecedentes de un parto traumático, haber tenido abortos espontáneos, poseer un útero muy corto, embarazos múltiples, entre otras.
En general, el cerclaje cervical suele practicarse entre el segundo y tercer trimestre de gestación para evitar la pérdida del bebé, reforzando el cuello del útero con una sutura para impedir su dilatación. Claro que antes de comenzar el trabajo de parto, dicho cerclaje debe ser retirado pues, de lo contrario, el cuello uterino podría desgarrarse.
Las embarazadas a las que se les practica un cerclaje cervical deben cuidarse y mantener reposo, sin realizar ejercicio físico y evitando las relaciones sexuales. 

Síntomas y tipos de aborto espontáneo

Durante el primer trimestre del embarazo suelen ser comunes los casos de aborto espontáneo, cuyas causas en ocasiones no pueden determinarse con exactitud.
La mayor parte de los abortos espontáneos suceden durante los primeros tres meses de gestación y, en general, se producen por problemas genéticos.
Si bien una embarazada puede sufrir un aborto espontáneo producto de algún trauma físico o emocional, muchas mujeres suelen creer que se produce por tener sexo o practicar deporte. Lo cierto es que la causa del mismo comúnmente es natural.
Puede ocurrir que haya una amenaza de aborto, que se manifiesta mediante un sangrado inesperado. En ese caso, es necesario consultar con el médico para que, tras analizar en qué condiciones se encuentra el cuello del útero y realizar una ecografía obstétrica, pueda determinar si el bebé continúa con vida.
Los síntomas de un aborto espontáneo más comunes son un sangrado vaginal abundante y con coágulos, así como dolores intensos en la zona del abdomen. En estos casos, mediante una ecografía es posible constatar la presenta actividad o no el embrión o feto.
Hay diversos tipos de aborto espontáneo. Por un lado, encontramos los abortos precoces, que son los más comunes, los cuales se producen antes de cumplir la semana doce de embarazo. Incluso, a veces pueden producirse antes que la mujer sepa que está  embarazada.
Los abortos tardíos, por su parte, son los que ocurren entre las semanas doce y veinte de gestación. Si se producen después de cumplido ese tiempo ya no se trata de un aborto, sino más bien de un parto prematuro.
Mientras que un aborto incipiente se da cuando el cuello del útero se encuentra entreabierto pero no fue expulsado el embrión o el feto. Si el cuallo del útero está borrado entonces se trata de un aborto inevitable. En cualquiera de los dos casos, la mujer tendrá contracciones y sangrado.
También, se habla de un aborto completo, cuando se expulsa natualmente el contenido del útero; o aborto diferido, cuando se constata la muerte del feto pero éste no es expulsado de manera espontánea sino que debe realizarse un legrado o prescribir medicamentos para poder evitar una infección.
En general, luego de haber sufrido un aborto espontáneo las mujeres no tienen problemas para volver a quedarse embarazadas. No obstante, hay casos en los que pueden presentarse ciertas complicaciones.
Si una mujer sufre tres abortos espontáneos entonces se trata de abortos recurrentes y es necesario que el profesional médico analice si posee alguna enfermedad genética o tiene problemas para concebir.

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Causas más comunes de los sangrados en el embarazo

Más allá del estado de alarma que suelen generar en las futuras madres, los sangrados en el embarazo son más comunes de lo que se piensa. De hecho, una de cada cinco mujeres tiene sangrados durante el primer trimestre de gestación, sin que esto suponga un problema para el feto o la madre.

El sangrado, es una hemorragia o pérdida de sangre que se produce en cualquier estadío del embarazo. Ante esta situación, es de suma importancia consultar con el médico, sobre todo si se trata de una pérdida grande, intentando mantener siempre la calma pues el sangrado no siempre indica la existencia de un problema, aunque puede ser señal de aborto espontáneo o alguna otra complicación. Curiosamente, hay casos en los que las mujeres pierden a su bebé sin tener sangrados.

La mayoría de las mujeres tienen pequeñas hemorragias durante la gestación, sobre todo durante el primer trimestre y más aún cuando se trata de embarazo de mellizos o cuando el bebé es muy grande.

Diversas son las causas de los sangrados, una de ellas es la implantación del embrión en la pared del útero, que puede suceder en la segunda semana posterior a la fecundación. Otro de los motivos puede residir en los cambios en el cuello uterino propios del embarazo. En este caso, fluye más sangre al cuello del útero tornando el área más sensible y proclive a sangrados. El aborto espontáneo puede ser también otra de las causas, que generalmente se da  durante los primeros tres meses. Aunque en este caso, los sangrados suelen ir acompañados de dolores abdominales intensos, provocados por las contracciones uterinas.

Luego del primer trimestre, los sangrados pueden producirse por problemas en el cuello del útero, tales como infecciones, inflamación, etc; placenta previa, parto prematuro, aborto espontáneo, ruptura uterina o desprendimiento de la placenta. Incluso, una pérdida puede estar indicando el desencadenamiento del parto. También, es bueno saber que es común que una o dos semanas previas a la fecha probable de parto se produzca un sangrado de tonalidad rosada o rojiza.

El tratamiento dependerá exclusivamente de la causa del sangrado, del estado general de la madre y de si existe o no sufrimiento fetal.

Además, para prevenir la aparición de sangrados resulta esencial evitar consumir alcohol y cigarrillos,  realizar una dieta balanceada y tomar las vitaminas prenatales indicadas por el médico.

En caso de que existan sangrados en el embarazo y se desconozca su causa, es necesario no tener relaciones sexuales.

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Estudian la causa de los abortos espontáneos recurrentes

Un grupo de investigadores del Hospital Princess Anne de Southampton, Reino Unido, en conjunto con miembros del Centro Médico Universitario de Utrecht, en Holanda, sostienen que la causa de los abortos espontáneos recurrentes residiría en un exceso de fertilidad. Tal afirmación es realizada luego de haber logrado comprobar que el útero de algunas mujeres es muy eficaz para permitir que se implanten los embriones, y hasta acepta aquellos que por lo general son rechazados. Los resultados de dicho estudio fueron publicados en la revista especializada ‘PLoS ONE’.

Quienes realizaron esta investigación, aseguran que dicho hallazgo podría ser usado para desarrollar un test para poder detectar la existencia de esta condición en las mujeres.

Para llevar adelante el estudio, se tomaron muestras de los úteros de seis mujeres que tuvieron embarazos normales, además de otras seis que sufrieron abortos espontáneos recurrentes. Luego, fueron colocados embriones de diversa calidad en un canal que estaba conformado por dos líneas de células del útero. De este modo, los resultados arrojados dieron cuenta de que las células uterinas que procedían de las mujeres con fertilidad normal crecieron hasta igualar a los embriones de mayor calidad, siendo ignorado el resto. Mientras que las células consideradas “superfértiles” crecieron hacia la totalidad de los embriones.

Suele ocurrir que las mujeres que han sufrido abortos recurrentes crean que simplemente su cuerpo está rechazando el embarazo, por lo que llegan a experimentar sentimientos de culpabilidad.

Frente a ello, los expertos consideran dicha situación puede ser causada porque son superfértiles, de modo que acogen embriones que en casos normales no llegarían a sobrevivir hasta implantarse. Incluso, los especialistas explicaron que los embriones débiles que llegan a implantarse  pueden sobrevivir hasta dar un test de embarazo positivo.

No obstante, la teoría planteada en la investigación no sirve para explicar la totalidad de los casos de abortos espontáneos, por lo que son necesarias más pruebas. Además, resta estudiar si esta condición se podría llegar a detectar mediante un test o, bien, si se podría modificar el exceso de receptividad.

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El consumo de grasas trans aumenta el riesgo de muerte fetal

Una investigación reciente, llevada a cabo por el doctor Charles J. Glueck, del Centro del Colesterol del Hospital Judío en Cincinnati, Ohio, reveló que las grasas trans podrían producir la muerte del feto durante el embarazo.
Durante la realización del estudio, se logró verificar que un índice elevado de mujeres había sufrido la pérdida de su embarazo debido a la ingesta de grasas trans.
Para efectuar dicho estudio, el especialista se dedicó a estudiar a un grupo de mujeres, desde su infancia hasta su llegar a la adultez, que acostumbraban consumir grasas trans. Así, logró concluirse que unas 104 mujeres habían sufrido mínimo un aborto espontáneo durante la etapa en que se realizó el seguimiento. Específicamente, se observó que el porcentaje de abortos espontáneos se  incrementaba entre un 30% y un 52%, de acuerdo a que el consumo de grasas trans fuera menor o mayor respectivamente.
De modo que, a más cantidad de grasas trans consumidas mayor sería el riesgo de padecer al menor un aborto espontáneo. Por consiguiente, se sugiere a las embarazadas reducir al mínimo la presencia de grasa trans durante la dieta.
En realidad, debería evitar su consumo por completo ya que también las grasas trans generan otros daños al organismo de las personas en general, como por ejemplo la probabilidad de sufrir problemas cardiovasculares.

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El 45% de las españolas bebe algo de alcohol durante el embarazo

No todas las mujeres dejan el alcohol al quedarse embarazadas. En efecto, según un nuevo estudio, el 45% de las españolas bebe algo de alcohol durante el embarazo.
La ingesta de alcohol en el embarazo, al igual que el resto de las adicciones, acarrea serias consecuencias para el niño bajo lo que se conoce como síndrome alcohólico-fetal, desde muerte en el vientre materno hasta malformaciones y retraso mental.
El alcohol constituye la causa más común de discapacidad mental e intelectual en las naciones industrializadas.
Incluso, está comprobado que una de cada cinco mujeres bebe más de cinco raciones de alcohol por ocasión, lo cual representa un altísimo valor. Vale aclarar que el alcohol atraviesa la barrera placentaria hasta llegar al punto de que los niveles de alcoholemia son iguales tanto en la madre como en el feto.
Sufrir bajo peso al nacer, así como malformaciones, discapacidad mental e intelectual y aborto espontáneo, etc, son sólo algunas de las consecuencias que conlleva tomar bebidas alcohólicas durante la gestación. Inclusive, puede que los bebés presenten a largo plazo problemas de conducta y de adaptación.
Según los especialistas, no existe un límite exacto acerca de cuánto alcohol es posible beber en el embarazo sin sufrir las consecuencias hasta aquí mencionadas, por ese motivo es que aconsejan evitarlo completamente. Y ya que el daño se incrementa para el bebé durante las primeras semanas de gestación, cuando la mujer desconoce aún que está embarazada, es preferible que las mujeres en edad fértil que no usen métodos anticonceptivos eviten por completo el alcohol.

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Falsa regla en la etapa inicial del embarazo

Durante la etapa inicial del embarazo, hay mujeres que menstrúan o tienen pérdidas, lo cual puede confundirse con el ciclo menstrual. Por lo general, las embarazadas dejan de tener la regla, por lo que este falso sangrado se produce por motivos diferentes, que nada tienen que ver con la ovulación.
Tales alteraciones pueden darse, por ejemplo, por tener un ciclo menstrual regular. Hay mujeres que pueden tener la regla a pesar de estar embarazadas. Esto, normalmente, sucede cuando una mujer queda embarazada cerca del inicio de su próximo período menstrual. Lo cual, puede generar confusión al momento de definir la fecha del parto.
Por su parte, el embarazo ectópico también puede provocar sangrado semejante al flujo menstrual o regla. El embarazo ectópico ocurre cuando un óvulo fertilizado es implantado en un órgano que no es el útero, como pueden ser las trompas de falopio. Esto puede producir daños de órganos o, incluso, abortos espontáneos. Para definir si el sangrado se debe a un embarazo de esta naturaleza, lo más conveniente es acudir al médico.
También, la presencia de sangrado se puede deber a un aborto espontáneo. Un dato que pocos conocen es que tan solo un 25% de las gestaciones llegan a buen término. Si estás embarazada y tienes calambres y sangrados, podrías estar sufriendo un aborto espontáneo. Ante la menor duda, consulta con tu médico de confianza.
Los problemas en la placenta, como la placenta previa y desprendimiento prematuro de la placenta, pueden producir sangrado aunque estas alteraciones únicamente se dan en un embarazo avanzado. La placenta previa es cuando esta cubre de forma parcial o total el cuello del útero o el espacio por el que el bebé debe salir. En tanto que el desprendimiento ocurre cuando la placenta se suelta de manera prematura de la pared uterina.
Por último, valen mencionar las hemorragias típicas del primer trimestre, debido a lo cual muchas mujeres poseen leves sangrados durante los primeros meses de gestación. En este caso, la sangre es poca y de un color rosáceo o marrón.
De todos modos, si estás embarazada y tienes sangrado, lo mejor es consultar de forma inmediata con tu médico para descartar cualquier tipo de complicación.

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