Los niños son grandes fuentes de estudio para las aplicaciones móviles. Se trata de un cambio de tendencia, porque se han convertido en nativos digitales con pocos años de edad, prácticamente desde que nacen les llama la atención cualquier dispositivo móvil o inteligente, por lo que muchas empresas están buscando darle la vuelta a contenidos tradicionales y acercarlos a los más pequeños.
Esta tendencia la observamos por ejemplo en Fluff, una empresa que actualmente está en el Vivero de Vallecas de Madrid y que trabaja en una aplicación móvil para que los niños superen sus miedos infantiles, como el coco, los médicos o el hombre del saco. Una vuelta a la parte más psicológica, pero apoyada en los avances de la tecnología.
Peluches y apps para ser más feliz
De hecho, la empresa comenzó fabricando sus propios peluches, que dan vida de forma diferente a esos temores. Siempre con color, de una forma que no se incluya referencia al género, sino a la patología que se quiere superar, en este caso. Incluso, para aquellos niños más rebeldes tenemos a “gamberro”, una mezcla de perro y gamba.
Sus creaciones han llegado con fuerza al mercado, pero siguen trabajando por mejorar. Al principio se plantearon esa apuesta del diseño de peluches, haciendo uso de empresas nacionales y así generando también empleo en nuestro país. Ahora suman fuerzas con otros de los desarrolladores del Vivero para crear el videojuego para smartphones “Bye bye fears”.
Un divertido recorrido por diferentes pantallas en donde los más pequeños se ponen en la piel de los protagonistas de Fluff y se embarcan en emocionantes aventuras. Además, los padres también tendrán su apartado para solucionar cualquier tipo de duda. Y es que, esto es lo que hace unir fuerzas una psicóloga con un desarrollador y diseñador web.
Enseñar jugando
Siempre se dice que se aprende mejor jugando. Es por eso que los pequeños deben hacer reales sus miedos, pero de una forma entretenida, que no les de miedo hablar de sus temores más ocultos y así poder poner solución. Esa es la base en la que se fundamenta Fluff y que es la clave de su éxito.
Además, se trata de una práctica que no sólo viven los niños, también los adultos lo sentimos en nuestro propio ámbito de trabajo, en donde cada vez más el juego se convierte en una práctica para favorecer la creatividad, ¿por qué entonces no aplicarlo desde que somos pequeños?