El amor es un bien fundamental y necesario para cualquier ser humano pero para los niños, todavía más. En ese momento de la vida un bebé necesita más recibir que dar, es indispensable para un bebé contar con un entorno protector que sabe cuidar de él no sólo desde un punto de vista físico sino también emocional. El amor es gratis, no cuesta dinero, sin embargo, muchas veces, los seres humanos nos marcamos barreras a la hora de expresar los sentimientos cuando en realidad, no hay nada más bonito que mostrar el afecto y compartir la fuerza del corazón.
El amor es fundamental para un niño porque aporta bienestar emocional, estabilidad, alegría, seguridad… Sembrar la semilla de la autoestima en un bebé es indispensable para que crezca en un entorno en el que se siente bien y es feliz. Un bebé con una buena autoestima se convierte en un niño sociable que tiene ilusión por conocer gente nueva en la etapa escolar.
El amor de una madre es infinito y también, el amor que cualquier padre siente por su bebé. Pero en ocasiones, las malas relaciones de pareja también dejan huella en el trato con los hijos. Por ejemplo, en una separación en ocasiones se utilizan los hijos como una moneda de cambio cuando en realidad, una ruptura debería de afectar lo menos posible al niño. Por otra parte, en medio de una relación de pareja poco gratificante también puede suceder que una persona se vuelque al cien por cien en el cuidado de su hijo para llenar carencias de otro tipo. Por ejemplo, sobreproteger al hijo al extremo no es nada saludable para él ni tampoco, para la persona que sobreprotege que puede desarrollar un vínculo dependiente al extremo.
Cada día, recuerda que tu hijo necesita altas dosis de cariño para crecer con salud y bienestar. El amor de los buelos hacia los nietos también es más que necesario. Existen diferentes formas de cariño y distintos grados pero todos ellos son muy importantes.