Cuando la piel de los niños evidencia la existencia de zonas inflamadas, que generalmente le producen a los niños picazón e incomodidad, entonces se está en presencia de la dermatitis alérgica, una enfermedad que hace que lleva a los pequeños a rascarse hasta el punto de llegar a producirles graves heridas que, de no ser tratadas a tiempo, corren el riesgo de infectarse En casos extremos, el aspecto de la piel puede cambiar, dando lugar a lo que se conoce como piel de naranja o celulitis.
Alrededor del 5% de los bebés lactantes padece dermatitis alérgica o atópica, que debe ser trata lo antes posible por un médico.
La dermatitis se caracteriza por prurito excesivo e inflamación en la piel, que puede producir excoriaciones e incluso heridas al rascarse el niño en la zona afectada.
Vale aclarar que los lactantes suelen ser los más afectados ya que su sistema inmunológico aún no está del todo desarrollado, situación que los vuelve propensos a presentar cuadros alérgicos. Es el propio organismo el que desencadena un proceso inflamatorio de la piel, generando descamaciones, piel seca o zonas irritadas.
No es una enfermedad contagiosa, de manera que no es necesario adoptar medidas extremas en el hogar, sino que tan sólo es necesario llevar al pequeño al médico para que reciba el tratamiento adecuado.
A medida que el niño va creciendo varía la localización de las lesiones. Por esa razón, es necesario que los adultos tengan cuidado de que sus hijos no consuman comidas que contengan colorantes, permanezcan alejados de las mascotas con abundante pelaje y utilicen jabones apropiados en los baños, pues sólo de esa forma podrán evitar que el cuadro empeore.
Al consultar con el dermatólogo infantil, éste será quien realice una evaluación médica, incluyendo necesariamente el dosaje de inmunoglobulina para determinar la magnitud del daño con precisión. En base a ello, podrá empezar un tratamiento sistémico que consiste básicamente en el empleo de corticoides e histamínicos, conforme al peso y la edad del niño. El tratamiento es complementado con la aplicación de cremas para aliviar la sensibilidad de la piel. Pero si la herida está infectada, entonces se le indicarán la toma de antibióticos, además del uso de cremas hidratantes y jabones específicos para estos casos.
Para prevenir la dermatitis es recomendable que el hogar se halle totalmente libre de
alérgenos, cuidando que no se acumule polvo en los juguetes y se evite el consumo de alimentos que estén elaborados con muchos saborizantes o colorantes. También, es necesario que los niños no ingieran mariscos, cítricos y productos enlatados.