Las parejas ya no se casan para tener hijos

Las parejas ya no se casan para tener hijos 

Los modelos sociales cambian de forma constante, es decir, el concepto de familia ha sufrido un cambio radical en cuestión de unos años. Mientras que hace sólo unas generaciones era habitual que una pareja se casara antes de tener hijos ahora, esto está cambiando. Es decir, muchas parejas prefieren tener hijos sin tener que pasar por el altar.

Una tendencia que se nota en España donde uno de cada tres niños nace en una familia en la que sus padres no se han casado. Sin embargo, esta estadística también se extiende a otros países que en apariencia podrían ser más conservadores y tradicionales como Argentina. Lugar en el que la estadística se extiende al 70 por ciento de los casos.

Este cambio de rol familiar tiene su causa en varias razones. En primer lugar, hoy día, son muchas las personas que no creen en el amor para toda la vida, esta es la razón por la que mucha gente no se anima a pasar por el altar. Es decir, hay personas que prefieren vivir el día a día y no prometer amor eterno.

Otras parejas también afirman que los papeles del matrimonio no son una prueba de amor, es decir, lo verdaderamente importante es el día a día, la convivencia, el respeto, la ayuda mutua, la admiración, la comunicación… La verdad es que hoy día existe una serie de televisión en TVE que es excelente para reflexionar sobre los cambios sociales propios de nuestro tiempo: Cuéntame cómo pasó.

Sin duda, tener hijos es un paso muy importante dentro de una pareja. Es decir, merece la pena que una pareja tenga un compromiso sólido y un proyecto de futuro para formar un hogar y poder educar a los niños con la esperanza necesaria que muestra el amor y la generosidad.

Del mismo modo, la pérdida de la práctica religiosa también influye de forma diferente en el cambio del mapa social y familiar. Más allá de esta cuestión, todavia existen parejas conservadoras que viven en base a la espiritualidad propia de la religión católica o de otro tipo de creencias. Lo importante es que cada persona sea coherente con aquello que piensa.

Imagen: Movimiento social republicano