Uno de los elementos que se ha puesto muy de moda es el gimnasio para bebés, ideado para pequeños de hasta 6 o 7 meses, que básicamente consiste en una superficie acolchada provista de un arco del que penden juguetes tipo móvil.
Si bien suelen ser bastante costosos, vale la pena contar con un gimnasio para bebés porque son de gran utilidad para estimular a los pequeños mediante los colores y el sonido de los juguetes.
Son muy prácticos, ya que se pueden transportar con facilidad dado que se pueden abrir o cerrar, según sea necesario. Este tipo de objetos permiten recostar al bebé boca arriba para que pueda mirar los juguetes y mover sus manos y piernas al intentar agarrarlos. Aunque también se puede colocar al niño boca abajo para ayudarlo a ejercitar los músculos del cuello y la espalda, descolgando los juguetes y colocándolos frente a él para que levante la cabeza.
Los juguetes de este tipo no sólo estimulan las habilidades sensoriales y cognoscitivas del bebé, sino que además ayudan a coordinar el tacto y la vista. Al mismo tiempo, las distintas texturas que poseen los juguetes estimulan a los bebés a aprender diferentes modos de agarrar, a abrir y cerrar su mano y, posteriormente, a coordinar ambas manos. Lo cierto es que los bebés se divierten con este tipo de actividades, pues afrontan permanentemente nuevos desafíos, ayudándolos en su experimentación del mundo que los rodea.
Al momento de comprar uno, lo ideal es elegir un modelo que se pueda lavar fácilmente en el lavarropas. De ese modo, la higiene estará garantizada.
Pero si posees habilidades para la costura, puedes construir tu propio gimnasio para bebés con tan sólo un poco de tela y guata, preferiblemente de colores brillantes y cortadas con formas geométricas.