Los padres, por lo general, suelen hablarle a su bebé incluso desde antes del nacimiento. Ahora, bien, ¿cuál es el grado de importancia de esta comunicación? El objetivo es más que evidente, familiarizarle con su voz, pensando en que el sonido de la misma será un alivio para el bebé, sobre todo luego de nacer.
Si bien pueden existir quienes piensen lo contrario, lo cierto es que hablar con tu bebé es una actividad por demás importante porque, entre otras cosas, ayuda en el desarrollo del bebé. Cuanto más le hablen los padres a su bebé, más rápido y mejor será el desarrollo de sus competencias lingüísticas. Esto se desprende del hecho de que el lenguaje no es una habilidad innata sino que es una habilidad social que se aprende únicamente por imitación.
Al mismo tiempo, se favorece el desarrollo del hábito de oír con atención a sus padres, disfrutando de ello. A la vez que les da una sensación de alivio y seguridad por su sola presencia. Nunca se sabe cuán importante puede llegar ser esto algún día, especialmente en situaciones extremas.
Por último, vale decir que hablarle al bebé fortalece los vínculos y genera confianza. Esto será algo sumamente esencial no solo durante la infancia sino también cuando crezca, en especial cuando llegue a la etapa tan difícil de la adolescencia, pues respetar el diálogo más allá de todo.