Hace aproximadamente 30 años atrás, nació el primer a través de una técnica de reproducción asistida, concretamente, la fecundación in vitro. A partir de entonces, la ciencia avanzó a pasos agigantados y fueron incorporadas nuevas técnicas y avances, ayudando a que muchísimas mujeres y parejas con problemas de fertilidad a cumplir el sueño de tener un hijo.
Los tratamientos para conseguir un embarazo varían en función a las necesidades, la edad y la historia clínica de cada persona. En efecto, la inseminación artificial generalmente es la primera alternativa que existe para las parejas jóvenes con algunos problemas de fertilidad.
La inseminación artificial consiste en depositar los espermatozoides, preparados previamente en el laboratorio con semen de la pareja o sino de un donante, en el útero de la mujer en el momento cercano a producirse la ovulación. Esta técnica, que por lo general dura entre 8 y 10 días, al estimular la ovulación incrementa las probabilidades de embarazo. Al tiempo que mejora las condiciones masculinas mediante la mejoría del semen.
Por su parte, la Fecundación in Vitro, es el principal tratamiento en las técnicas de mayor complejidad. Dicho tratamiento, consiste en la unión del óvulo y el espermatozoide en el laboratorio, el cual una vez fecundado es implantado el embrión en el útero para intentar lograr el embarazo.
La Fecundación in Vitro se complementa con la Inyección Espermática Intracitoplasmática (ICSI), pues permite la introducción del espermatozoide en el óvulo asegurando que no se dañe la zona cromosómica, impidiendo que se rompa el ovocito.
En los últimos tiempos, se introdujeron nuevos avances a las técnicas de reproducción asistida, siendo el Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) uno de los más vanguardistas, pues su misión es testar los embriones genética y cromosómicamente y escoger los sanos antes de transferirlos al útero.
Al igual que lo que sucede con el DGP, Embryocope también ayuda a mejorar la selección embrionaria valiéndose de un sistema de captación de imágenes por el cual es posible observar la evolución de los embriones. Otro avance reciente que ha tenido grandes resultados es la vitrificación de óvulos, que representa la única técnica que permite a la mujer preservar sus óvulos con garantías de éxito para ser utilizados posteriormente. Este método, es muy recomendable en mujeres con escasa reserva ovárica.
Más allá de que el común de la gente cree que el problema de la infertilidad se da siempre en la mujer, lo real es que en alrededor del 40% de los casos se origina por causas masculinas. De ahí que las clínicas de reproducción se encuentran introduciendo nuevos avances, como es el caso de la selección celular inmunomagnética MACS, que, con una tasa de fecundación de un 13%, permite distinguir los espermatozoides que se hallan destinados a morir de los que se encuentran sanos y óptimos para la fertilización del óvulo. Esta técnica puede complementarse con la Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides Seleccionados Morfológicamente (IMSI), que da la posibilidad de observar de cerca la morfología del espermatozoide, pudiendo los que son deformes o no están aptos para la fecundación.
Estas son algunas de las técnicas que mejoran la efectividad de los tratamientos de reproducción asistida y garantizan un mayor número de casos de éxito para hacer realidad el sueño de tener un bebé.
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