Muchas mamás nos preguntamos, luego que dejamos de amamantar en qué momento los pequeños necesitan consumir leche desnatada, y si es una excelente opción donde no le faltarán los nutrientes que necesita, pues bien siempre antes de cambiar una fórmula de leche de un niño menor de 5 años, es necesario consultarlo con el pediatra.
Esto se debe como lo hemos dicho en alguna oportunidad, que cada niño va creciendo y desarrollándose de una forma en particular y no todos necesitan el mismo aporte calórico o de nutrientes, por lo tanto en todos los casos lo mejor será preguntar a nuestro especialista de confianza.
Hay muchos estudios realizados a cerca del tema de la leche desnatada en los niños, y lo cierto es que se les puede brindar luego de cumplidos los dos años de edad, sin ningún tipo de inconvenientes, pero antes de esa edad no, ya que los pequeños deben recibir leche materna o entera porque necesitan algo de grasa para crecer y desarrollarse de la manera adecuada.
Cuando le niño ha cumplido los dos años de edad, y consume absolutamente todos los alimentos recomendados en la pirámide alimentaria, se puede comenzar a reducir la cantidad de grasa que consumen a diario en su dieta, y en éstos casos la leche desnatada tiene exactamente los mismos nutrientes que la leche entera, por lo que no existen problemas en comenzar a brindársela de a poco. Aunque en mamateta.es no lo recomendamos, si se quiere dar leche de vaca se debe comenzar primero con aquellas leches parcialmente desnatadas y enriquecidas con calcio y hierro, hasta alcanzar el menor valor graso de la leche, sobre todo en aquellos pequeños que presentan algo de sobrepeso desde temprana edad, o tienen antecedentes de obesidad en la familia.
Aunque es más recomendable proporcionarle productos hechos con leche más que la leche sola. Por ejemplo: yogures, petit suisses, queso, galletas… Les proporcionarán más alimento y completarán una dieta sana y equilibrada para el niño.
De todos modos, siempre absolutamente siempre, hay que prestar atención a los parámetros de crecimiento del niño, y consultar cualquier cambio alimentario con vuestro pediatra.