Cómo prepararse para la lactancia en el embarazo

Para prepararse de forma adecuada para la lactancia, primero que nada es preciso conocer cómo son los propios pezones y solicitar asesoramiento al obstetra para saber cómo formarlos y cuidarlos correctamente.
De todas maneras, desde aquí te acercamos algunos consejos para el cuidado del pezón, para que los tengas en cuenta y los pongas en práctica durante el embarazo.
En primer lugar, resulta fundamental airear los pezones. De ese modo se fortalecerá la piel que los recubre, la cual es muy delicada.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la lubricación. En tal sentido, se necesita  mantener el pezón y la areola lubricados, tanto durante el embarazo como después de cada toma. Para ello, se puede emplear una gota del propio calostro, cualquier clase de aceite de cocina o, lo que es más conveniente, crema de caléndula.
Por otro lado, al saber que tanto el pezón como la areola se encuentran recubiertos por una grasa natural que los conserva lubricados a lo largo del embarazo, no resulta apropiado utilizar jabón para lavar los pezones, sino que tan sólo bastará hacerlo con agua. Tampoco es recomendable emplear esponjas, cepillos o cualquier otro tipo de elementos abrasivos que puedan quitar esta grasa protectora.
Al mismo tiempo, es bueno exponer los pezones al sol, comenzando con una toma diaria de cinco minutos, para ayudar a fortalecer y darle elasticidad a la piel. En este caso, la exposición debe ser directa y no a través de un vidrio, y debe realizarse en los horarios de mayor protección y seguridad.

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