Según los especialistas, es fundamental que los niños reciban una buena alimentación durante sus primeros dos años de vida, puesto que de lo contrario estarían expuestos a sufrir efectos irreparables en su salud. Considerando los porcentajes de desnutrición y muerte infantil que se registran cada año, es posible vislumbrar que los pequeños que se encuentran malnutridos antes de llegar a los cinco años de vida se debe a que por lo general acarrean ese problema desde su gestación.
Básicamente, una de las grandes preocupaciones es que para acabar con los problemas de desnutrición infantil es necesario buscar los medios para mejorar la alimentación de las mujeres, para que su cuerpo esté preparado para cursar el embarazo.
En países subdesarrollados, como Somalía y Bolivia, un alto porcentaje de las mujeres se hallan mal alimentadas, por lo que no cuentan con los nutrientes necesarios para llevar en condiciones óptimas un embarazo y garantizar el buen desarrollo de sus hijos. Para ser más exactos, en Bolivia uno de cada cinco niños menor de cinco años presenta un cuadro de desnutrición severa, una problemámitca que se agudiza especialmente en la problación indígena, en la que 3 de cada cinco pequeños sufre de desnutrición.
Cuando un niño posee una mala alimentación desde su nacimiento, se producen en él trastornos irremediables, como retraso en el desarrollo, ya sea físico como psíquico, lo cual hace que quede expuesto a todo tipo de infecciones. También, puede presentar problemas de conducta.
Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación, para solucionar los problemas de malnutrición en la población mundial, es necesario adoptar políticas de estado para disminuir los porcentajes de desnutrición infantil, además de invertir en educación y salud.
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