Dado que se trata de seres muy vulnerables, los recién nacidos precisan de ciertos cuidados especiales así como de elementos que se cumplan con sus necesidades, puesto que requieren de todas las comodidades posibles para crecer sanos y fuertes. El descanso es fundamental en la vida del bebé recién nacido, quien pasará varias horas al día durmiendo. Por ello, resulta importante que los padres le brinden un lugar confortable y seguro para que se pueda relajar y dormir plácidamente.
Los profesionales de la salud aseguran que durante los primeros seis meses de vida lo ideal es que los bebés duerman en un moisés, debido a que proporcionarles un espacio pequeño les sirve de ayuda para calmar el estrés de una vida que acaba de comenzar, haciéndoles sentirse más protegidos y con mayor seguridad que si duermieran en un espacio más grande.
Los moisés son realmente cómodos, no sólo para el bebé sino también para sus padres, ya que al poseer medidas pequeñas permiten ser trasladados de un sitio a otro. Incluso, se los puede colocar junto a la cama, para una mejor supervisión de parte de los padres.
El hecho de colocar al niño en el moisés ayudará a que se calme inmediatamente. Hay que tener presente que el bebé se hallaba muy a gusto en el interior del vientre materno, a pesar de que disponía de poco espacio. De modo que el entorno pequeño que le brindará el moisés a lo largo de sus primeros meses de vida hará que sea menos brusco el cambio tras el nacimiento.
Sobre este tema se han realizado diversos estudios, los cuales lograron demostrar que los moisés, además de ser seguros, sirven para prevenir los casos de muerte súbita del lactante, pues por su pequeñas dimensiones no permite que se coloque en su interior almohadas o peluches, almohadas, que en definitiva son elementos que lo pueden sofocar.
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