Una de las principales cosas que vigilamos al tener un bebé, son sus horas de sueño. Siempre nos dicen que hay que tenerlas muy presentes y respetarlas, para asegurar un buen desarrollo y una buena salud en nuestro pequeño. En ocasiones llegamos a obsesionarnos porque no consiguen dormir más de un tiempo recomendable, se despiertan inquietos o no terminan de coger un sueño profundo.
Aquellas mamás a las que les pase esto, pueden sentir cierta curiosidad por este artículo. Y es que, según un estudio, aquellos bebés menores de cinco años que duermen menos de 10 horas durante la noche, son más propensos a desarrollar obesidad o a tener sobrepeso cuando sean mayores.
¿Qué pasa con las siestas entonces?
A pesar de que sus siestas sean regulares y esté dormido una o dos horas, ese tiempo, digamos, no computa para las 10 horas que los expertos consideran necesario para poder equilibrar su metabolismo.
La razón no es otra que siesta y dormir por la noche, no cumplen realmente las mismas funciones para el organismo. Un ejemplo: la primera puede servir como reductor de estrés, mientras que la segunda sirve a unas funciones regeneradoras y biológicas mucho más complejas.
Así lo recoge un informe publicado por la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, en donde aseguran que, si conseguimos controlar sus tiempos de sueño, podemos prevenir en gran medida que tienda a ser gordito.
¿Cuánto debe dormir entonces mi bebé?
Según el estudio, un bebé de un año debería dormir entre 13 y 15 horas durante la noche. Un tiempo que se va reduciendo progresivamente en años posteriores. Así, cuando tienen menos de cinco años, su necesidad real de descansar por la noche estaría entre 11 y 13 horas.
Y, atención para las escépticas, el porcentaje que han obtenido tras el estudio, de los niños con mayor riesgo de obesidad por no dormir esas horas es del 80%. Por tanto, parece que estaría bastante relacionada una cosa con la otra, algo que no sucede en otros estudios.