Cómo prevenir la «cabeza chata» en los bebés

Desde que la Sociedad Americana de Pediatría  comenzó a recomendar que los bebés duerman boca arriba, han disminuido los casos de muerte súbita en el mundo. Sin embargo, este cambio postural conlleva un efecto secundario, la plagiocefalia posicional, popularmente conocida como “cabeza chata”.
En tal sentido, la plagiocefalia se presenta cuando la cabeza del bebé se encuentra siempre en la misma posición al dormir, pues como el cráneo de los pequeños es demasiado blando este se puede deformar debido por acción de la fuerza de gravedad. De este modo, la parte de la cabeza que permanece siempre apoyada sobre el colchón, ya sea la nuca o el costado, se puede achatar. De todas formas, por lo general, este problema se soluciona naturalmente,  e incluso puede prevenirse, aunque es importante saber que el mismo no genera daños en el desarrollo ni en las funciones cerebrales del bebé.
Para prevenir la plagiocefalia lo ideal es colocar al pequeño en posición supina, es decir, boca arriba, para dormir, procurando ir alternando la posición de su cabeza  cada día.
Cuando se ya es evidente la existencia de una plagiocefalia, los especialistas recomiendan alternar a diario el extremo de la cuna en donde se coloca al bebé, de manera que su cabeza no esté siempre apoyada en el mismo lado. Otra opción sería  colocar un móvil donde se desea que el bebé observe
A partir del quinto mes de vida, el niño comienza a rolar y, por consiguiente, a cambiar de posición durante el sueño, por lo que los padres ya no deben preocuparse.

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