Cómo prevenir la «cabeza chata» en los bebés

Desde que la Sociedad Americana de Pediatría  comenzó a recomendar que los bebés duerman boca arriba, han disminuido los casos de muerte súbita en el mundo. Sin embargo, este cambio postural conlleva un efecto secundario, la plagiocefalia posicional, popularmente conocida como “cabeza chata”.
En tal sentido, la plagiocefalia se presenta cuando la cabeza del bebé se encuentra siempre en la misma posición al dormir, pues como el cráneo de los pequeños es demasiado blando este se puede deformar debido por acción de la fuerza de gravedad. De este modo, la parte de la cabeza que permanece siempre apoyada sobre el colchón, ya sea la nuca o el costado, se puede achatar. De todas formas, por lo general, este problema se soluciona naturalmente,  e incluso puede prevenirse, aunque es importante saber que el mismo no genera daños en el desarrollo ni en las funciones cerebrales del bebé.
Para prevenir la plagiocefalia lo ideal es colocar al pequeño en posición supina, es decir, boca arriba, para dormir, procurando ir alternando la posición de su cabeza  cada día.
Cuando se ya es evidente la existencia de una plagiocefalia, los especialistas recomiendan alternar a diario el extremo de la cuna en donde se coloca al bebé, de manera que su cabeza no esté siempre apoyada en el mismo lado. Otra opción sería  colocar un móvil donde se desea que el bebé observe
A partir del quinto mes de vida, el niño comienza a rolar y, por consiguiente, a cambiar de posición durante el sueño, por lo que los padres ya no deben preocuparse.

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Asimetría craneal en los bebés

La asimetría craneal es una característica que suelen presentar muchos niños y, por lo general, los padres son los primeros en percibir que existe un proceso de crecimiento asimétrico en la cabeza de sus hijos.
Por la asimetría, el cráneo del pequeño puede verse de distintas formas. En ocasiones se observa un aplanamiento en la parte posterior de la cabeza o en uno de los lados, de acuerdo a la posición de preferencia del niño al recostarse o dormir.
En los últimos tiempos, la asimetría craneal se ha convertido en una situación incidente que está relacionada con la campaña que señala que los bebés tienen que dormir boca arriba como forma de prevenir el asimetría craneal. Antes lo habitual era rotarlo o acostarlo de un costado u otro, de modo que la cabeza no sufría presión continua sobre un punto único como sucede al dormir boca arriba.
La incidencia de la plagiocefalia posicional o asimetría de la cabeza, producida por la posición que adopta el bebé para dormir, constituye un mal menor en comparación con el riesgo que se pretende evitar. En definitiva, se trata de una condición fácil de tratar aunque es necesario hacerlo oportunamente.
Todo niño que posee  la cabeza asimétrica tiene que ser tratado cuando su cerebro todavía está creciendo y antes de que los huesos del cráneo se fusionen, cuando se cierran las fontanelas. Así, los padres y pediatras deben prestar atención a la forma de la cabeza del niño.
Para tratar dicha anomalía es necesario permitirle al bebé pasar más tiempo boca abajo a lo largo del día y con control para compensar el efecto de dormir boca arriba durante la noche. A veces, es posible complementar el tratamiento  con el uso de un casco para formar el cráneo, entre los 4 y los 6 meses de edad, luego de ese tiempo es muy poco lo que se puede corregir.

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