Lograr que los niños adopten hábitos alimenticios salubles no es tan fácil como parece. Sin embargo, existen algunas claves que pueden ser de gran ayuda para que no posean problemas de alimentación.
A medida que el niño vaya creciendo, es un importante hacer que partícipe de los preparativos de la comida, ya sea poniendo la mesa, colaborando en el armado de la lista de compras, eligiendo el menú, ayudando a hacer la comida, etc.
Resulta fundamental, además, crearles a los hijos un hábito de alimentación, lo cual implica comer a la misma hora, en el mismo sitio y de la misma forma. Sólo una vez que hayan adoptado este hábito, podrán comenzarse a hacerse algunas excepciones.
Para fortalecer su autonomía, es necesario dejar que el niño coma solo, pues no lo aprenderá a hacer si sus padres le dan de comer, aunque ello pueda ser la opción más rápida.
También, es recomendable intentar comer en familia al menos unas tres o cuatro veces a la semana, procurando hacer que la hora de la comida sea un momento de absoluta distensión. De ese modo, el pequeño aprenderá imitando lo que el resto come, así como el comportamiento y la forma como se relacionan en la mesa.
Lo ideal es que la comida no sea el eje de las conversaciones, mejor es dedicar este momento para planificar actividades o hablar acerca de lo que cada uno hizo durante el día. Jamás hay que ver la tele o llevar juegos a la mesa porque se perderá la atención en la comida.
El error común en que suelen caer la mayoría de los padres es prepararle otro menú a su hijo cuando a éste no le agrada lo que hay de comer. En ese caso si no quiere comer entonces que no lo haga, en la próxima comida seguramente tendrá tanto apetito que ya no se resistirá.
Cada vez que los pequeños muestren algún avance, ya sea por si prueba alguna comida nueva o demora menos en comer, es importante que se lo reconozca por mínimo que sea el progreso. Así, el niño tendrá ganas de repetirlo para ganarse la atención de los padres.
Aprender a comer no es algo que pueda hacerse en un día. Por ello, es importante ir planteándose objetivos de a poco y, en especial, tener paciencia y ser firme.