El trabajo, la casa, los niños, la vida cotidiana… nos sumen en una vorágine en la que nos vemos envueltos sin tener tiempo ni siquiera de respirar. No es de extrañar, pues, que el estrés se haya convertido en un mal común en nuestra sociedad (hay quien ya lo ha bautizado como “el mal del siglo”). De hecho, se calcula que un alto porcentaje de enfermedades y dolencias habituales son causadas, precisamente, por situaciones de tensión, ansiedad y fatiga, ese cóctel poderoso llamado estrés.
Por eso, es importante tomarse un tiempo para uno mismo, buscar actividades que nos relajen y que nos ayuden a liberar nuestra mente de horarios y obligaciones para después retomar el ritmo con más fuerza. Uno de los hobbies que nos pueden ayudar por alto poder desestresante son las manualidades.
Sí, has oído bien. Varios estudios han demostrados que las labores, como el punto de cruz, el tricot, la papiroflexia, el patchwork o el scrapbooking, entre muchos otros, permiten liberar la mente, disfrutar de nuestra creatividad y olvidarnos de los problemas. ¿Qué os parece? ¿Nos ponemos manos a la obra?
¿Cómo empezar?
Si nunca has realizado ningún tipo de manualidades, una buena opción es buscar la que mejor se adapte a tus gustos, necesidades y a tu disponibilidad de tiempo. Algunas páginas de internet especializadas, como el Mercadillo en Casa, pueden ser una buena guía para introducirte en este mundo, ya que ofrecen información, consejos, y, además, permiten comprar todo el material necesario para tu nueva afición.
¿Qué manualidad puedo elegir?
Dependerá de tus gustos y tus habilidades. Algunas labores, como el tricot y el ganchillo, son relativamente fáciles y, con unas pocas instrucciones, puede realizarlas prácticamente todo el mundo.
¿Cómo puedo aprender?
En internet existen vídeos con tutoriales para aprender sobre la marcha. Además, en páginas especializadas puedes encontrar libros y revistas con toda la información. Cuando hayas aprendido lo básico, puedes pasar a otras manualidades o subir el nivel de dificultad.
¿Se requiere mucho material? ¿Es caro?
La mayoría de manualidades no requieren mucho material y, en cualquier caso, suelen ser productos con un coste relativamente bajo. Así, por ejemplo, si te decantas por el punto, para empezar sólo necesitarás unas ajugas y lana, aunque después puedas ir añadiendo accesorios para perfeccionar tus resultados. Mucho más barato que un spa e igualmente relajante!