No debemos fumar durante el tiempo que demos el pecho. La nicotina, está comprobado, pasa por la leche materna -eso sí, no en los niveles tóxicos o nocivos que se pensaba-; que no significa que tengamos que fumar, por ello, ya que pueden provocar, en el niño, problemas de falta de sueño o excitación, pues, la nicotina es una droga de tipo estimulante. Por eso, si quieres fumar un cigarro intenta no hacerlo una hora antes de dar el pecho, para que no afecte tanto al pequeño. Otro problema para el bebé es el humo, pues los hijos de fumadores, demostrado por estudios médicos, tiene más posibilidades de sufrir un síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS) y sufren más infecciones respiratorias. Por esta razón, se aconseja que no se fume cerca del pequeño o en la habitación del mismo, para que no tengan problemas en un futuro. También, evitar tomar medicamentos. Si el médico te prescribe uno, recuérdale que estás dando el pecho y, ante alguna duda, consulta con tu pediatra. Está demostrado que algunas drogas legales pueden provocar efectos secundarios. Por esta razón, lo mejor es que no te automediques, por el bien de tu bebé. Y, por supuesto, no tomes drogas legales.