Desaconsejan el uso de insecticidas en el embarazo

A través de una investigación que se enmarca en el Proyecto INMA, que analiza los efectos que puede provocar para la salud y el desarrollo de los niños españoles la exposición a ciertos productos y contaminantes ambientales, se dio a conocer que los insecticidas pueden afectar de manera negativa al crecimiento del bebé y causarles problemas neurológicos. Incluso, estos productos podrían aumentar el riesgo de leucemia en los niños.  
La investigación se basó en un seguimiento de 2.456 madres e hijos de diferentes ciudades españolas, teniendo en cuenta, aparte de los insectidas que se usaban,  el estilo de vida de cada grupo familiar en particular y las características socio demográficas. Las madres fueron evaluadas desde el embarazo por un lapso de cinco años. Así, los investigadores lograron determinar que el 54% de las embarazadas emplearon algún producto para exterminar los insectos en sus viviendas, e incluso un 15% usó hasta dos insecticidas distintos para tal fin.
En concreto, el 45% de las mujeres utilizó insecticida en su habitación, en especial el que se usa con un dispositivo eléctrico. Para especificar un poco más los datos, se estableció que sólo un 5% lo usó todo el año, mientras que un 20% solamente lo hizo en ocasiones y el 75% restante lo empleó en aquellas estaciones en las que la acción de los insectos fue mayor. Al mismo tiempo, se estableció que otro de los métodos que más se empleó fue el insecticida en spray.
También, se comprobó el uso de insecticida en polvo, repelente, dispositivos de ondas y trampas para cucarachas, aunque en menor medida.
De este modo, es posible afirmar que más de la mitad de las embarazadas emplean insecticidas, uso que se prolonga hasta los primeros años de vida de los niños inclusive.
La exposición de las mujeres a estas sustancias suele ser por inhalación, contacto directo o por ingesta no intencionada. El problema reside en que los futuros bebés y niños son muy vulnerables a la exposición a los insecticidas porque sus organismos no se encuentran completamente desarrollados, razón por la cual el sistema inmunológico no está preparado para actuar como el de un adulto.

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