Hoy día 25 de mayo se celebra el Día Mundial de los Niños Desaparecidos. Un día que ojalá no tuviéramos que festejar, es decir, ojalá nunca hubieran desaparecido niños porque ningún padre está preparado para el proceso que implica vivir con la incertidumbre de no saber dónde está su hijo. El drama va en aumento cuando a pesar del paso de los años, el caso no se resuelve, es decir, no se sabe qué fue del ser querido.
La angustia puede ser enorme en una situación así, ya que además, los padres tienen que seguir con su vida no sólo por ellos mismos sino también, porque tienen otros hijos. En ese caso, el sufrimiento es muy importante, y las heridas causan dolor. Es indispensable contar con la ayuda de un psicólogo para poder elaborar el proceso de duelo, compartir los miedos, expresar los sentimientos y tener a alguien cerca con quien poder hablar. Después de un hecho tan traumático, la relación de pareja pude fortalecerse o por el contrario, puede verse debilitada.
En el Día Mundial de los Niños Desaparecidos es un buen momento para volver a recordar a todos aquellos padres que no saben dónde están sus hijos. Por ejemplo, en nuestro país, conviene recordar que todavía no se sabe qué fue del paradero de Yeremi Vargas. Esperemos que muy pronto el caso se resuelva de una forma positiva y satisfactoria.
Por otra parte, tampoco está claro qué sucedió en el caso de Sara Morales. Además, tampoco podemos olvidar el caso de Marta del Castillo, cuyos padres todavía desconocen dónde está el cuerpo de su hija. La desaparición de un niño también ha sido inspiración de grandes películas en el cine, como por ejemplo, El Intercambio. Película protagonizada por la atractiva Angelina Jolie.
El Día Mundial de los Niños Desaparecidos nos recuerda el poder de la soledad en su lado más amargo, la desaparición y el amor infinito que siente cualquier padre por sus hijos. Esperemos que nadie más tenga que pasar por una situación traumática vinculada con la ausencia.
Imagen: Missing Angels Org