Las mujeres que poseen un empleo nocturno o que, como las azafatas, están constantemente cambiando de huso horario, o simplemente aquellas que padecen trastornos del sueño, son más proclives a sufrir problemas de fertilidad. Al respecto, un estudio comprobó que los trastornos del ritmo diario influyen en la fertilidad y las posibilidades de conseguir el embarazo.
La investigación, que fue llevada a cabo por la Universidad Northwestern, en Illinois, Estados Unidos, se centró en el hecho de que la fisiología reproductiva de las mujeres se ve afectada por los problemas en los ritmos de sueño y vigilia, día y noche.
Al mismo tiempo, se demostró que las mujeres que poseen un trabajo que altera su ritmo circadiano o que sufren de insomnio, generalmente presentan irregularidades menstruales. En el estudio, el grado de trastorno circadiano fue relacionado con el grado de trastorno en el embarazo.
Es preciso señalar que el ritmo circadiano regula los ritmos fisiológicos del organismo así como los ritmos psicológicos con influencia, como es el caso de la digestión, el crecimiento, el estado de vigilia, la renovación de las células y la subida o bajada de la temperatura. Por ese motivo, una óptima higiene del sueño puede ser un buen comienzo para una buena fertilidad.
Imagen:
http://depsicologia.com/wp-content/uploads/10562194_thumb.jpg