Los beneficios de la lactancia materna, tanto para el recién nacido como para la madre, son ya conocidos. Por un lado, es el mejor alimento para el niño, puesto que aumenta sus defensas. Y, por el otro, ayuda a generar un vínculo más fuerte con su madre.
Los médicos indican que lo ideal son seis meses de lactancia exclusiva, para que el bebé pueda crecer sano. Esto además es ventajoso para la familia porque no tiene que gastar dinero en leche de fórmula, sino que la madre sólo necesita llevar una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable.
Es importante destacar que, según diversas pruebas que se han realizado, la falta de lactancia materna puede acarrear ciertos riesgos al niño, pues está comprobado que los bebés que no son alimentados con leche materna corren un riesgo mayor de sufrir el síndrome de muerte súbita.
Los especialistas indican que es necesario tomar a la lactancia como una obligación, porque se trata de un alimento que supera en nutrientes a cualquier otra alternativa natural o artificial, debido a que previene el riesgo a infecciones, enfermedades y alergias.
Considerando el aumento de desastres naturales que ocurren en distintos lugares del mundo, como terremotos, inundaciones o huracanes, los profesionales de la salud señalan que en dichos casos los niveles de mortalidad infantil son de entre 2 a 70 veces más a causa de que los bebés, al no haber sido alimentados con leche materna, no poseen las defensas altas, quedando expuestos de ese modo a todo tipo de infecciones, enfermedades respiratorias o cuadros de desnutrición severa, etc.
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