Permitirles a los niños permanecer despiertos hasta tarde varias veces a la semana, algo que resulta ya una costumbre sobre todo si para ver la televisión se trata, puede perjudicar su desarrollo intelectual. En efecto, un estudio epidemiológico llevado a cabo en Inglaterra ha demostrado que los niños pequeños que no cumplen con horarios regulares de sueño poseen un desempeño más bajo en la escuela, en comparación con aquellos que descansan las horas suficientes.
La investigación, que fue desarrollada por un equipo de expertos del University College de Londres, se basó en los datos arrojados por el Estudio de Cohorte del Milenio, un registro a largo plazo de niños británicos nacidos en el 2000. De ese modo, los científicos analizaron la información de unos 11 mil pequeños de siete años de edad que fueron expuestos durante su niñez a diferentes rutinas familiares.
Durante el trabajo, los especialistas decidieron dividir a los niños en dos grupos para poder comparar el desempeño escolar entre ellos. Uno conformado por aquellos cuyos padres los mandaban a dormir comúnmente a una hora fija, y el otro compuesto por los que no tenían esa misma regularidad. De dicha comparación resultó que los niños que eran sometidos a un horario de sueño irregular evidenciaban un rendimiento escolar inferior con respecto a los otros en las pruebas de matemáticas, lectura y manejo espacial.
Los efectos fueron más evidentes entre las niñas, especialmente las de 3 años, ya que esta es una edad en que, como no asisten a la escuela, suele ser más habitual que los padres les dejen permanecer despiertos hasta tarde. Lo cual es un gran error, porque los investigadores sostienen que la restricción del sueño a muy corta edad altera procesos cognitivos, de modo que los niños necesitan esforzarse más a medida que van creciendo.