Por lo general, el mayor temor de cualquier madre primeriza reside en cómo saber cuándo ha comenzado el parto. Pero no hay de qué preocuparse, cuando llegue el momento, te darás cuenta naturalmente.
Si bien, normalmente, se trata de un proceso lento, que suele durar en algunos casos alrededor de doce horas o incluso más, hay diversos síntomas que anuncian la pronta llegada del bebé, como es el caso de la pérdida del tapón mucoso y la aparición de las famosas contracciones, que en un principio son muy suaves y de corta duración. De todas maneras, bien vale aclarar que no hay que salir corriendo al hospital ni bien aparecen alguno de estos síntomas ya que lo más seguro es que te envíen nuevamente para tu hogar.
En un primer momento, las contracciones se irán repitiendo cada media hora aproximadamente. Luego, los intervalos entre las mismas se irán reduciendo y el dolor se tornará, cada vez, más intenso. De modo que es importante ir midiendo la frecuencia con que se van repitiendo las contracciones y la duración de las mismas. Ahora bien, cuando las contracciones comiencen a repetirse cada tres minutos por el espacio de media hora, es que ha llegado el momento de ir al hospital.
Puede que, incluso, sufras la rotura de la bolsa de aguas, con expulsión de líquido amniótico, lo cual también es una señal que indica que debes acudir al médico.
De todas maneras, no debes preocuparte si acudes antes de tiempo al hospital, ya que lo más importante es tu seguridad y la de tu bebé. En todo caso, será el obstetra quien, luego de examinarte, determine en cuál fase del parto te encuentras de acuerdo al nivel de dilatación que presentes. La dilatación se mide del uno al diez, siendo el diez el nivel necesario para que se produzca el parto por vía natural.
Lo fundamental es que mantengas la calma y estés relajada para ese momento tan especial y esperado. No hay manera de que no te percates que está por nacer tu bebé, te lo puedo asegurar.