Es muy común que los niños miedo a la oscuridad. Lo cual, si bien es algo normal, se acentúa más con lo que ven en programas de televisión y con lo que oyen de los demás. Vale aclarar que los miedos son inducidos, por lo que los niños no nacen con tales miedos.
Hay distintos modos para que un niño le quite importancia a la oscuridad. Uno de ellos es apelando al uso de un muñeco con luz. Algunos peluches suelen ser bastante útiles, y el niño los puede encender cuando sienta miedo. Con el tiempo, el pequeño dará cuenta de que no hay nada que temer.
También, existen luces en el mercado que al ser enchufadas se encienden automáticamente cuando la luz principal es apagada. Son muy prácticas, porque acompañan al niño a la hora de dormir y no iluminan demasiado, por lo que la luz no significará una molestia para él.
Otra opción es hacerle compañía al niño antes de dormir, jugando con él o contándole un cuento, de modo que sienta tu cariño. Incluso puedes inventar alguna técnica a través del uso de algunas palabras en particular antes de dormir o dándole una especie de amuleto que lo ayude a conciliar el sueño y que sirva para apaciguar sus temores.
Al mismo tiempo, se pueden implementar algunos juegos en la oscuridad, como realizar sombras con las manos o tan solo jugar con las luces apagadas valiéndose de una linterna. Esto le puede brindar al niño seguridad para desenvolverse solo durante la noche.
A su vez, se puede apelar al empleo de stickers en la pared o el techo, que vienen en diferentes formas y diseños y que brillan en la oscuridad, resultando perfectas para estos casos.
Caminar con el niño por la habitación con la luz apagada, revisando juntos cada rincón de la misma para que comprenda que de hecho no existe ningún peligro, es otra alternativa válida que se puede implementar.
En cualquiera de los casos, debes saber que con tu ayuda el niño de a poco irá ganando confianza y aprenderá a enfrentar sus temores.