Cómo vencer el miedo al parto

No hay embarazada, sobre todo si se trata de una primeriza, que no sienta miedo al parto, pues se trata de algo completamente normal. Al fin y al cabo, es una situación que genera incertidumbre y, por consiguiente, cierto temor. Hay algunas que le tienen miedo al dolor, y a otras las desvela que su bebé sea sano.
En estos casos, lo más conveniente es compartir tus temores con tu pareja, pues al hacerlo irá desapareciendo de algún modo esa sensación de soledad que los suele acompañar. No debes sentir vergüenza, pues es lógico experimentar cierta incertidumbre ante los dolores de parto.
No es posible saber de antemano cuán intensos serán los dolores que sentirás durante el parto, ni cómo reaccionarás ante los mismos. Esta situación, genera inseguridad en las mujeres que están por dar a luz. Es bueno saber que la mayoría de las mujeres sostienen que el dolor es muy intenso, aunque nada que no pueda tolerarse, en especial porque la mayor parte de los intervalos entre las contracciones son indoloros. De modo que debes mentalizarte y pensar que vas a poder, pues no es nada que no haya experimentado otra mujer. En definitiva, se trata de un acto instintivo.
Parte del temor al parto está dado por desconocer cómo será. Según estudios realizados hasta el momento, las mujeres que están bien informadas sienten menos miedo, antes y durante del parto. Es preferible conocer de antemano que el dolor de las contracciones va creciendo a medida que va avanzando la labor de parto. Bajo ningún concepto debes dejarte influenciar por las experiencias que han tenido otras mujeres, pues cada parto es único y distinto en sí mismo.
Puede ocurrir que también te preocupe saber cómo será tu relación de pareja cuando nazca el bebé. Es inevitable que la misma cambie, pues un nuevo miembro se incorporará a la familia. En caso de que surja algún problema, nunca está de más consultar con un psicólogo para que los ayude.
Como vimos, sentir miedo ante el parto es lo más natural del mundo. Lo importante es contar con un buen acompañamiento, que incluya a la pareja, la familia y el profesional médico.

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Los sueños en el embarazo

Durante el embarazo, el organismo de la mujer sufre numerosos cambios. Las hormonas realizan su trabajo tanto físico como mental, preparando al cuerpo para la gestación.
A su vez, el estado de ánimo y los sentimientos de las futuras madres sufren ciertas alteraciones. Es común, que la embarazada se sorprenda divagando por el mundo de los sueños y las ilusiones sobre cómo será el bebé. Estos estados de ánimo, se convierten en temores o desconfianzas al futuro.
En el mundo onírico ocurre algo similar. Las visualizaciones idílicas del bebé, se entremezclan con otras que pueden generarle a las embarazadas sentimientos de angustia, miedo o desazón ilimitada. Básicamente, se trata de símbolos que manifiestan sus temores más íntimos. Es preciso tener en cuenta que, durante el sueño, nuestros anhelos así como nuestros temores se expresan sin que sean posibles de controlar.
Resulta llamativo como, de acuerdo al tiempo de gestación de la madre,  los sueños son canalizados en uno u otro sentido, basándose en lo que le preocupa en ese momento.
A lo largo del primer trimestre, uno de los sueños más comunes en las embarazadas es estar en medio de una catástrofe natural, como terremotos, tsunamis, tormentas, etc, cuyo significado se basa en la responsabilidad de tener que cuidar al bebé recién gestado.
Asimismo, suelen ser habituales los sueños con animales pequeños, a los que la mujer acaricia y protege; sueños con agua, símbolo de la sexualidad; o plantas, que hacen referencia a la fertilidad.

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Qué hacer para que el niño venza el miedo a la oscuridad

Es muy común que los niños miedo a la oscuridad. Lo cual, si bien es algo normal, se acentúa más con lo que ven en programas de televisión y con lo que oyen de los demás. Vale aclarar que los miedos son inducidos, por lo que los niños no nacen con tales miedos.
Hay distintos modos para que un niño le quite importancia a la oscuridad. Uno de ellos es apelando al uso de un muñeco con luz. Algunos peluches suelen ser bastante útiles, y el niño los puede encender cuando sienta miedo. Con el tiempo, el pequeño dará cuenta de que no hay nada que temer.
También, existen luces en el mercado que al ser enchufadas se encienden automáticamente cuando la luz principal es apagada. Son muy prácticas, porque acompañan al niño a la hora de dormir y no iluminan demasiado, por lo que la luz no significará una molestia para él.
Otra opción es hacerle compañía al niño antes de dormir, jugando con él o contándole un cuento, de modo que sienta tu cariño. Incluso puedes inventar alguna técnica a través del uso de algunas palabras en particular antes de dormir o dándole una especie de amuleto que lo ayude a conciliar el sueño y que sirva para apaciguar sus temores.
Al mismo tiempo, se pueden implementar algunos juegos en la oscuridad, como realizar sombras con las manos o tan solo jugar con las luces apagadas valiéndose de una linterna. Esto le puede brindar al niño seguridad para desenvolverse solo durante la noche.
A su vez, se puede apelar al empleo de stickers en la pared o el techo, que vienen en diferentes formas y diseños y que brillan en la oscuridad, resultando perfectas para estos casos.
Caminar con el niño por la habitación con la luz apagada, revisando juntos cada rincón de la misma para que comprenda que de hecho no existe ningún peligro, es otra alternativa válida que se puede implementar.
En cualquiera de los casos, debes saber que con tu ayuda el niño de a poco irá ganando confianza y aprenderá a enfrentar sus temores.