La dermatitis o sarpullido del pañal es uno de los problemas de la piel que más se presentan en los bebés, durante su primer año de vida. Básicamente, consiste en una inflamación de la piel en la zona que permanece en contacto con el pañal.
Una de las principales causas de la dermatitis es, sin dudas, el exceso de humedad y fricción, en lo que intervienen el contacto prolongado con la orina y las heces, la temperatura de la zona, las enzimas fecales, bacterias y hongos, entre otras cosas. Cuando las heces y la orina se encuentran presentes de manera simultánea, la enzima llamada ureasa fecal produce la separación del amoníaco que integra la urea, generando un aumento en el pH de la piel, irritando de esa manera la piel.
Según estudios realizados, se comprobó que los bebés alimentados a pecho poseían un pH fecal menor y, en consecuencia, las enzimas como la lipasa y proteasa se hallaban disminuidas, por lo que era menor la incidencia de la dermatitis del pañal.
Es muy importante consultar inmediatamente con el pediatra o el dermatólogo infantil para diagnosticar las diversas causas de la afección, ya que la distribución y clase de lesiones en la piel sirven para definir un adecuado diagnóstico y tratamiento.
El empleo de pañales de celulosa descartables ha colaborado bastante en reducir este tipo de inflamaciones. El pañal usado tiene que ser lo suficientemente grande y poseer un diseño que permita reducir el roce al mínimo. El pañal debe ser cambiado cuando se encuentra mojado o sucio y para la higiene diaria lo mejor es limpiar con aceite común u óleo calcáreo, prescindiendo del uso de polvos.
En el caso de que tu pequeño sufra de dermatitis, es recomendable utilizar agua y jabón en el lavado cuando se lo cambia, dejando secar la parte afectada al aire libre por unos minutos, para luego aplicar un preparado a base de pasta lasar. En caso de que haya una sobreinfección con un hongo, lo indicado es el uso de una crema con derivados imidazólicos tópicos, y si el niño presenta además un eccema atópico de base se deberán suministrar antihistamínicos por boca. El tratamiento dura entre ocho y diez días, tiempo necesario para que la piel se regenere.