De acuerdo un estudio elaborado por la Universidad de Cornell (Estados Unidos), divulgado en la revista digital American Journal of Preventative Medicine, hay que ofrecerles la fruta en gajos a los niños para aumentar significativamente su consumo. Para realizar dicho estudio, los investigadores le solitaron permiso a un grupo de escuelas primarias norteamericanas para colocar máquinas expendedoras de manzanas, cortadas en gajos en tan solo unos pocos segundos.
La investigación incluyó además una segunda etapa, en la cual se usaron expendedoras que ofrecían la fruta entera, analizándose luego el consumo que registró cada grupo de expendedoras y controlando inclusive si los niños desechaban parte de la fruta, tanto si estuviera entera o cortada en gajos.
De este modo, se pudo observar que en las escuelas primarias el consumo de fruta aumentó hasta en un 71% por ofrecerla cortada en gajos, más del doble del consumo regristado en las escuelas que ofrecían las frutas enteras. Cifras similares se registraron en las escuelas secundarias, donde el consumo de la fruta troceada aumentó un 73% entre los estudiantes. Tales resultados indican la necesidad de facilitarles a los niños las frutas de un modo más cómodo, sin que tengan que pelarlas, pues se trata de alimentos sanos que no deben faltar en su dieta.
Al mismo tiempo, se logró constatar que al cortar las piezas en gajos se reduce el desperdicio de fruta, ya que cuando los estudiantes comían la pieza entera siempre acababan tirando a la basura parte de ella porque no se la terminaban.
En general, los niños suelen preferir la fruta pelada y cortada. Según los expertos, esto se debe a que la fruta entera les parece demasiado grande y, por ende, molestas para comer.
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