Muchas mamás cuando se encuentran dando el pecho sienten ciertas molestias, sobre todo al principio, o luego de dar el pecho cercano a la hora que el niño debe volver a alimentarse. Esto es absolutamente natural, ya que los senos se vacían luego de alimentar al pequeño y vuelven a llenarse rápidamente antes de que se cumpla el tiempo de volver a dárselo.
La mastitis es una infección que puede aparecer en uno o en ambos senos y generalmente su causa son gérmenes que ingresan mediante la piel a través de los conductos de la mama. Es muy común que cuando una esta amamantando aparezca éste tipo de infección, que además provoca grietas y lastimaduras en el pezón incrementando aún la posibilidad de que la infección empeore.
La forma de prevenir la mastitis más allá de que pueda parecer raro es prendiendo al bebé más seguido y sin interrumpir la lactancia, cuando una no deja pasar mucho tiempo entre toma y toma, sobre todo en los primeros días esto es de gran ayuda. En el caso de aquellas mujeres que tienen leche materna en abundancia, se recomienda el uso del sacaleches, para evitar la congestión en los senos y de esa forma mantenerlos aliviados del dolor o las molestias que esto pueda causar.
La higiene es imprescindible en estos casos. Los pezones, antes de amamantar deben lavarse con un poco de agua tibia evitando el uso de productos que resulten irritantes. Luego de dar el pecho debes higienizar nuevamente el seno y tratar de que el mismo siempre permanezca seco. En el caso de utilizar protectores mamarios, lo mejor es que cuando el mismo se encuentre húmedo, lo cambies justamente para evitar que al estar la piel húmeda, pueda lastimarse.
La mastitis, muchas veces puede provocar, dolor, tensión en los senos, y fiebre, en esos casos sobre todo si la fiebre es muy alta no dejes de consultar con tu médico de confianza. Si es solamente uno de los senos el que se encuentra afectado puedes amamantar a tu pequeño bebé, con el otro hasta que éste se cure, y retirar la leche del pecho afectado con el sacaleches.