Intolerancia a los olores en el embarazo

Debido a los cambios hormonales, las embarazadas suelen presentar hiperosmia, un síntoma que se caracteriza por el enorme rechazo hacia olores fuertes, pudiendo provocar náuseas y vómitos.
Si bien hay mujeres que dejan de tener molestias con los olores al finalizar el primer trimestre de gestación, otras mantienen esta condición hasta llegado el momento del parto.
El pescado y la carne, sobre todo si están crudos, así como los perfumes y el café, son los principales olores que generan mayor rechazo. Por lo que es aconsejable evitar la exposición a ellos.
Al cocinar, para evitar la concentración de olores, lo mejor es encender siempre el extractor y abrir puertas y ventanas. Si no toleras la comida cruda, lo más indicado es comprar productos congelados, puesto que poseen menos olor. Otra opción es modificar un poco tus recetas o delegar la preparación de las comidas a tu pareja aunque más no sea algunos días a la semana.
Es sabido que la nevera es foco de olores realmente intolerables para algunas embarazadas. Para ello, puedes colocar un vaso de jugo de limón dentro de la misma para neutralizar los olores indeseables.
Aquellas que usan un perfume muy intenso, lo mejor es reemplazarlo por una colonia fresca y suave, evitando utilizarla muy a menudo pues sino también acabará resultando intolerable. Incluso tu pareja puede colaborar no utilizando cosméticos o perfumes muy fuertes.
De todas maneras, como cada embarazo es diferente, hay mujeres que pierden parte del gusto y del olfato durante el embarazo. Lo bueno es que todo volverá a la normalidad tras el parto.

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