Llevar una dieta con altos niveles de cadmio, que está presente en alimentos como cereales, patatas y ciertas hortalizas, resulta peligroso e incluso podría llegar a incrementar el riesgo de padecer cáncer de mama.
El cadmio es un metal blanco azulado, bastante similar al zinc, que posee un nivel de toxicidad cercano al mercurio. Las personas ingerimos dicho mineral de forma natural mediante los alimentos. Una alta proporción del cadmio es liberado en los ríos al descomponerse las rocas, cuando se producen incendios forestales o erupciones volcánicas. Las partículas de dicho metal, que se transportan por el aire o el agua, se fijan a los cultivos que luego consumimos.
Una investigación llevada a cabo por el Instituto Karolinska, en Suecia, afirma que hay una relación entre la contaminación ambiental y la incidencia creciente en el cáncer de mama. Por ello, es fundamental que tanto las mujeres como las niñas cuiden su alimentación evitando el consumo de alimentos que sean ricos en dicho mineral, para de ese modo prevenir problemas a futuro.
El estudio fue realizado con mujeres mayores de 12 años, las cuales fueron sometidas un cuestionario y se les efectuaron controles periódicos. Así, fue posible concluir que el cáncer de mama ha aumentado un 21 por ciento en las mujeres y niñas que se encuentran más expuestas al cadmio.
Las mujeres que ingerían grandes porciones de granos enteros y verduras corrían menos riesgo de desarrollar cáncer de mama, en contraste con las que se hallaban expuestas a otros alimentos.
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