La polución aumenta el riesgo de padecer asma en los bebés

Investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad de Sao Paulo, a través de un estudio corroboraron que aquellos bebés que se encuentran expuestos a la polución poseen más riesgo de padecer asma, en comparación con los niños que viven en ambientes más saludables.
De este modo, los niños que viven en ciudades con altos índices de contaminación ambiental se encuentran propensos a sufrir inflamaciones alérgicas pulmonares, en especial asma, productos de las sustancias químicas que se hallan presentes en el ambiente. Esto se conoce a raís de una investigación que fue desarrollada sobre ciudades como Sao Paulo o la Ciudad de México, que están muy afectadas por la polución.
A causa de los elevados índices de sustancias tóxicas suspendidas en el aire, se ha registrado un marcado incremento de casos de hospitalización de infantes por inflamaciones alérgicas pulmonares.
Para la realización del estudio, los científicos utilizaron ratones recién nacidos para exponerlos a contaminantes ambientales, los cuales al convertirse en adultos manifestaron una gran sensibilidad ante otros estímulos ambientales infecciosos y alérgicos, siendo propensos a padecer asma.
Durante el proyecto se utilizó 2-naftoquinona, un producto contaminante que está presente en la quema de diesel, de modo que es muy común en aquellas ciudades que cuentan con altos índices de vehículos a combustión.

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Efectos de la contaminación ambiental sobre la fertilidad de las mujeres

El Institut Marquès de Barcelona realizó un estudio, a través del consiguió demostrar que algunas mujeres menores de 40 años padecen una menopausia precoz por la exposición a la contaminación ambiental.
Así como se investigó la relación existente entre contaminación ambiental y partos prematuros o el bajo peso del bebé al nacer, este estudio reciente se ocupa de la influencia en la fertilidad femenina.
Según dicho estudio, estas mujeres todavía tienen el período aunque es realmente difícil que se conviertan en madres ya que su reserva ovárica se ha visto reducida en un 80 por ciento a causa de la exposición a agentes tóxicos ambientales.
La infertilidad en las mujeres con menos de 40 años está relacionada en un 20% a factores orgánicos: como genética, enfermedades autoinmunes, enfermedades cromosómicas, endometriosis así como quimio y radioterapia. Mientras que el 80% restante es atribuido a dioxinas, tabaco, pesticidas, plomo, diseños policromados, hidrocarburos aromatizados e irruptores estrogénicos.
Inclusive, el Institut Marquès logró descubrir que ya en la formación fetal de la niña se pueden producir alteraciones que influyen sobre su futura capacidad de dar vida. Si la grasa de la madre presenta altos niveles de tóxicos, su reserva ovárica se verá reducida  y será de inferior calidad.
Estos estudios resultan decisivos para que se empiece a pensar en el modo en que nos afectan  la vida de las ciudades y los tóxicos con los cuales convivimos.

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Una dieta con alta cantidad de cadmio incrementa el riesgo de sufrir cáncer de mama

Llevar una dieta con altos niveles de cadmio, que está presente en alimentos como cereales, patatas y ciertas hortalizas, resulta peligroso e incluso podría llegar a incrementar el riesgo de padecer cáncer de mama.
El cadmio es un metal blanco azulado, bastante similar al zinc, que posee un nivel de toxicidad cercano al mercurio. Las personas ingerimos dicho mineral de forma natural mediante los alimentos. Una alta proporción del cadmio es liberado en los ríos al descomponerse las rocas, cuando se producen incendios forestales o erupciones volcánicas. Las partículas de dicho metal, que se transportan por el aire o el agua, se fijan a los cultivos que luego consumimos.
Una investigación llevada a cabo por el Instituto Karolinska, en Suecia, afirma que hay una relación entre la contaminación ambiental y la incidencia creciente en el cáncer de mama. Por ello, es fundamental que tanto las mujeres como las niñas cuiden su alimentación evitando el consumo de alimentos que sean ricos en dicho mineral, para de ese modo prevenir problemas a futuro.
El estudio fue realizado con mujeres mayores de 12 años, las cuales fueron sometidas un cuestionario y se les efectuaron controles periódicos.  Así, fue posible concluir que el cáncer de mama ha aumentado un 21 por ciento en las mujeres y niñas que se encuentran más expuestas al cadmio.
Las mujeres que ingerían grandes porciones de granos enteros y verduras corrían menos riesgo de desarrollar cáncer de mama, en contraste con las que se hallaban expuestas a otros alimentos.

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