Quedarse embarazada supone cambios y sensaciones nuevas que muchas mamás no saben interpretar, sobre todo, si son primerizas. Es por eso que es muy importante saber qué síntomas son claves para saber si estás o no embarazada.
Algo importante que deben saber las lectoras de este blog, es que en muchos casos se trata de síntomas que pueden confundirse con otras dolencias, con lo que resultan complicados de detectar a primera vista, sobre todo en los primeros meses.
Sensaciones más comunes
En el momento en el que el embrión se implanta en el útero es habitual que la futura mamá sienta dolores abdominales, similares al cólico y a la menstruación. Esto sucede porque los ligamentos se estiran más de lo normal y eso repercute en molestias en el vientre y en el costado.
También podemos notar gases y una leve hinchazón, en parte por la disminución del ritmo intestinal y el estreñimiento. Esto puede ir acompañado de náuseas y vómitos, en la mayoría de los casos por la mañana, por las variaciones hormonales que vivirá nuestro cuerpo durante el embarazo.
Atención a la sensibilidad de las mamas y al desarrollo del sentido del olfato. Es posible que las premamás sientan con mayor intensidad los olores y algunos les generen rechazo, igual que algunos productos y alimentos. ¿Quién es la causante de todo esto? La responsable es la hormona gonadotropina coriónica, que puede llevarnos a detestar el producto por el que antes sentíamos pasión.
Un cansancio mayor al habitual
Además de todo esto, cuando estamos embarazadas es habitual tener una sensación de cansancio más acusada, además de somnolencia, hecho que sucede porque el gasto de energía es mayor.
Por otro lado, es habitual que exista una disminución de la presión arterial, lo que sucede por la vasodilatación, también debido al cambio hormonal que estamos experimentando durante esta experiencia.
Y cuidado para aquellas mujeres que tienen la tensión baja, porque pueden sufrir una bajada de tensión, lo que conllevaría mareos o desmayos, aunque normalmente se pueden controlar sin mayores complicaciones.
En cualquier caso, no hay que obsesionarse con las sensaciones que experimentemos durante los nueve meses de gestación, digamos que mientras sean normales no hay que preocuparse. Sin embargo, en caso de sentir mayor intensidad, la recomendación que les hacemos es acudir a un profesional y consultar con él, cuanto antes mejor.