Si buscamos un portabebés que sea versátil y muy completo, para recién nacidos o bebés prematuros, entonces debemos elegir los fulares, puesto que además de asegurar el contacto con el pequeño se adaptan a su tamaño a medida que éste va creciendo. Existen en el mercado fulares de diversos tipos, aunque antes de comenzar a utilizarlos es importante aprender a anudarlos correctamente.
El fular permite el contacto piel con piel entre el bebé y la madre, brindándoles suma seguridad y placer a ambos.
Debido a que el fular le brinda la posibilidad al padre o a la madre de portar a su bebé manteniendo los brazos libres, éstos pueden desarrollar normalmente sus actividades cotidianas sin desprenderse de su bebé.
También, se puede usar el fular para amamantar al pequeño. Por lo que es perfecto para darle el pecho en espacios públicos, ya que se lo puede hacer de manera cómoda y discreta. Incluso, este complemento les facilita a muchos bebés conciliar el sueño.
En el mercado, pueden encontrarse fulares elásticos y de tela no elástica. Los primeros, resultan ideales para llevar a bebés recién nacidos y para aquellos padres que todavía no dominan bien la técnica del anudado. Este tipo de fulares, indicados para niños menores de un año, ofrecen la posibilidad de hacer el anudado previo a colocar al bebé.
En el caso de los fulares de tela no elástica, éstos pueden ser usados para niños de hasta 4 años. Vienen en varias medidas, de acuerdo a la talla del portador y del bebé, pero su anudado requiere de práctica. Para ello, es conveniente participar de los talleres que suelen organizar algunos Centros de Salud.
Imagen:
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