Un estudio publicado recientemente en la revista Child Development sostiene que los bebés de carácter irritable responden de mejor manera a las personas y situaciones desconocidas, si el vínculo con su madre está consolidado.
La investigación se basó en el estudio del comportamiento de 84 bebés, a quienes se les hizo un seguimiento desde el nacimiento hasta los dos años. La irritabilidad fue evaluada un mes después de haberse producido el nacimiento, y se sometió las reacciones de los bebés a diversas pruebas, que iban desde ser desvestidos hasta hacerles escuchar el repiqueteo de una campana. Aproximadamente un tercio de los bebés estudiados han sido calificados como altamente irritables, y dos tercios como moderadamente irritables.
Al año, los bebés con vínculos sólidos se volvían hacia sus madres cuando se sentían angustiados, en tanto que los bebés sin vínculos bien consolidados no lo hacían.
De esa manera, el lazo con la madre influyó más en su capacidad para conectarse con el entorno que su propio temperamento.
Desde ya, los pequeños irritables y sin un vínculo seguro con la madre, fueron los que respondieron de manera menos satisfactoria a las pruebas de sociabilización, ya que poseían menos capacidad de explorar al caminar en comparación al resto de los chicos.
Tales hallazgos, según apuntaron los investigadores, dan cuenta de que las medidas para fomentar la ligazón entre niños y madres podrían ser más que importantes para los recién nacidos muy irritables.